?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/v1y4Fgw7Zc0
- Is 35, 1-10
- Sal 84
- Lc 5, 17-26
Este pasaje de la primera lectura, recogido por el profeta al final del exilio, anima al pueblo a no desfallecer en su fe, sino a confiar plenamente en el Emmanuel, en el “Dios-con-nosotros”, el Dios de la salvación.
Generalmente al llegar a fin de año, después de todos nuestros esfuerzos, tanto económicos y físicos, así como espirituales, podemos, muy especialmente, por todo lo vivido en este año, terminar cansados o incluso, decepcionados, de que los resultados no hayan sido como los esperábamos.
Sin embargo, Adviento tiempo de espera y conversión, nos debe animar como nos dice en el texto de Isaías: Este pasaje, recogido por el profeta al final del exilio que anima al pueblo a no desfallecer en su fe, sino a confiar plenamente en el Emmanuel, en el “Dios-con-nosotros”, el Dios de la salvación.
Hemos oído, como nos comenta la Hna. Macu Becerra O.P., que “si nos hubiesen contado lo que iba a ocurrir no nos lo habríamos creído, pero ¿no es cierto que es una historia contada desde hace tiempo? Y ¿hemos hecho caso?, hasta que no hemos tenido la realidad encima no hemos sido del todo conscientes de la situación.
Pero ¿por qué no ser nosotros esos mensajeros de buena noticia, al igual que Isaías?, no vivamos un Adviento más, vivamos el Adviento, no preparemos nuestras casas como cada año, hagámoslo de la manera precisa que necesitamos este año, puede que no podamos reunirnos los de siempre, pero que eso no nos borre la esperanza, la ilusión y la alegría, hemos superado situaciones, sigamos haciéndolo y recuperemos los mensajes que nos parecían ya olvidados, necesitamos recuperar el espíritu de la Navidad que paraba guerras para unir a los bandos contrarios, necesitamos escuchar que vamos a poner todo de nuestra parte para seguir adelante, no sabemos si podremos salir o no, sólo que no vamos a dejar de intentarlo, que vamos a poner todas nuestras fuerzas, que nadie se va a quedar solo, que podemos dar un lugar en nuestra mesa para alimentar el cuerpo y el alma.
¿Quieres pertenecer al grupo de los que lo cuentan? ¿A quién vas a ayudar? ¿Qué mensaje de paz vas a transmitir? ¿Te vas a quedar mirando cómo otros lo hacen?
Nos decía el sacerdote Wilson Grajales en la Homilia que Lucas arroja luz propia en estos 4 amigo que han sorteado todo rio de obstáculos para llevar al paralitico ante Jesús y es este un claro llamado a cada uno de nosotros para que, igual que estos amigos de verdad, cada uno mostremos esta misma actitud para comprometernos verdaderamente al llevar ante Jesus a quien lo necesite, no importa los obstáculos que debamos sortear tambien nosotros.
El Papa Francisco nos explica al. Reflexionar en el evangelio de hoy: “Jesucristo al comienzo le dice: “¡Ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados”. Tal vez esta persona quedó un poco sorprendida porque quería sanarse físicamente. Luego, frente a las críticas de los escribas, que entre sí lo acusaban de blasfemia, porque solo Dios puede perdonar los pecados, Jesús lo cura también en el cuerpo.
De hecho, las curaciones, la enseñanza, las palabras fuertes contra la hipocresía, eran solo un signo, un signo de algo más que Jesús estaba haciendo, es decir, el perdón de los pecados, porque es en Jesús en quien el mundo viene reconciliado con Dios, este es el milagro más profundo:
Esta reconciliación es la recreación del mundo: se trata de la misión más profunda de Jesús. La redención de todos nosotros los pecadores; y Jesús hace esto no con palabras, no con gestos, no andando por el camino, ¡no! ¡Lo hace con su carne! Es Él mismo Dios, quien se convierte en uno de nosotros, hombre, para sanarnos desde el interior, a nosotros los pecadores.
Jesús nos libera del pecado haciéndose Él mismo pecado, tomando sobre sí mismo todo el pecado y esto es la nueva creación. Jesús desciende de la gloria y se abaja, hasta la muerte, y una muerte de cruz, desde donde clama: Padre, ¡por qué me has abandonado! Tal es su gloria y esta es nuestra salvación”
Jesús, como nos dice el audio, es nuestro Dios, tiene el poder de perdonar nuestros pecados, curar nuestras enfermedades, dar solución a nuestros problemas y consolar nuestras angustias y tristezas. El es la fuente de la vida y la felicidad. Busquemos siempre al Señor con confianza en El y venceremos los obstáculos que nos impiden verlo y llevar a nuestros hermanos ante su presencia Amorosa.
Palabra de Vida Mes de Diciembre
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.” ( Salmo 27 (26), 1) Recuerda Dios existe y me ama. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.