?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/bnghPr6J0ZE
- Hch 3, 1-10
- Sal 104
- Lc 24, 13-35
La primera lectura nos presenta a un lisiado de nacimiento. El significado bíblico de lisiado se refiere a aquellas personas que tienen una lesión permanente o irreversible. Podríamos decir, que usted y yo somos personas «lisiadas», solo que la diferencia esta en que quizá, algunos somos lisiados tanto física como espiritualmente; pero aquí quisiera resaltar, es la lisión espiritual, algo que no se ve, pero que la persona esta herida por dentro. Reflexionemos, cuál es nuestra lisió espiritual?
Nos dice el texto, Pedro y Juan fijaron en él los ojo, y Pedro le dice ¡Míranos! Y el hombre se quedó mirándolos esperando que le dieran algo. El indigente abre sus ojos esperando una moneda grande y pesada. Pero al escuchar a los dos individuos se le cae el alma a los pies y su lesión espiritual, cae también. Estos dos le han dicho: “ni tengo plata ni oro”. El individuo piensa rápidamente y se dice a sí mismo: “¡Son tan pobres como yo! ¡Con algo de plata mi vida sería tan diferente!”. Reflexionemos en cuánto tiempo le damos cabida a nuestras expectativas ?
Volvamos a la frase, Pedro agrega: “pero lo que tengo te doy, en el nombre de Jesucristo de Nazaret levántate y anda. Fray Emilio García Alvarez, nos comenta: No siempre es posible socorrer materialmente a quien nos pide ayuda (Pedro reconoce que no tiene ni oro ni plata), pero sí es posible siempre dar de lo que tenemos, sea poco o mucho. En el caso de Pedro y Juan, transmitieron lo mejor que tenían: la capacidad de hacer un bien extraordinario, gracias a la fe en el Señor resucitado. La fe es algo que está también a nuestro alcance y que nos sugiere formas de ayudar a quien nos necesita: unas veces será una moneda, otras, un poco de compañía, una palabra o una simple sonrisa, otras, al menos una oración sincera a Aquel que puede confortar el corazón del necesitado.
Probablemente el lisiado, había escuchado hablar mucho de ese que algunos decían que era el Mesías. Le habían contado de los milagros que había hecho. Todo el mundo sabía que había resucitado a un tal Lázaro. Y ese hombre que al parecer nunca tuvo la oportunidad de ver al Mesías, en esa fracción de segundos, que para él le pareció un siglo, adentro en lo profundo de su ser siente algo inexplicable y se levanta y entra la Templo con Pedro y Juan dando saltos y alabando al Señor.
En contraposición tenemos a los discípulos de Emaus que no fueron capaces de aguantar ni 24 horas. Y eso que las mujeres habían vuelto por la mañana del sepulcro diciendo que estaba vacío y los apóstoles, Pedro y Juan, habían certificado el testimonio de ese hecho. ¿Cómo de grande tendría que ser la decepción de estos dos discípulos de Jesús para que tomasen la decisión de marcharse a pesar de tantas evidencias que advertían que algo estaba pasando? Y es que cuando nos ponemos negativos y además tenemos alguien a nuestro lado con quien retroalimentar nuestros malos pensamientos entonces acabamos precipitándonos siempre. Precipitándonos en el vacío.
“Estos, nos explica el Papa Francisco, regresaban decepcionados a sus casas en la aldea de Emaús tras la muerte del Señor en la Cruz, pero se encontraron con Jesús en el camino. El Señor, a quien los discípulos no reconocieron, empezó a explicarles las escrituras e inició con ellos una “terapia de esperanza”.
“Dios camina con nosotros siempre, siempre. También en los minutos más dolorosos, también en los momentos más feos, también en los momentos de la decepción, ahí está el Señor y ahí reside nuestra esperanza. Vayamos adelante con esa esperanza, porque Él está a nuestro lado caminando con nosotros, siempre”.
Es Pascua, oigamos pues a Cristo Resucitado que nos dice hoy a nosotros como Pedro al lisiado, ¡Levántate! Y de un salto, levantémonos de esa lisión espiritual que nos ha agobiado durante tanto tiempo y con el Salmista aclamemos al Señor y démosle gracias. Ya podemos caminar!!!
Palabra de Vida Mes de Abril 2021
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10, 11) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.