- Dn 9, 4-10
- Sal 78
- Lc 6, 36-38
El Señor a través de las lecturas de hoy nos invita a ser misericordiosos como El, a tener un corazón como el suyo.
Con el texto de Daniel reconocemos, aunque no es fácil, que somos débiles y, por ello, generalmente buscamos EXCUSAR nuestras culpas, y esto hace que sea difícil salir de nuestro pecado o superar nuestras debilidades, por eso lo mejor, es que no sigamos enmascarando o justificando nuestro pecado y debilidad, seamos honestos con nosotros mismos y declaremos delante de Dios que somos pecadores, “nos hemos rebelado, no seguimos las leyes y no hemos obedecido a su voz”, y Dios que es amor, por ese amor nos perdonará, pero más aún, esta acción es la que nos permitirá superar nuestro pecado y vivir de continuo en la gracia y el amor de Dios.
Bien sabemos los cristianos que nuestro Dios y su Hijo Jesús, que ha venido hasta nosotros, nos han demostrado su amor hasta el extremo, y su perdón siempre lo tenemos a mano, hasta sesenta veces siete. Nuestra reacción no puede ser otra que la de profundo agradecimiento.
Nos indica el Papa Francisco: “Jesús es todo misericordia, Jesús es todo amor: es Dios hecho hombre. Cada uno de nosotros, cada uno de nosotros es esa oveja perdida, esa moneda perdida, cada uno de nosotros es ese hijo que ha desperdiciado su propia libertad siguiendo ídolos falsos, espejismos de felicidad, y ha perdido todo.
Jesús nos pide adoptar la misma conducta con nuestros hermanos que la que tiene nuestro Dios, que es la misma que tiene él. “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”. Tira de este hilo y nos pide que no juzguemos, no condenemos, que perdonemos, que conjuguemos el verbo dar… que es lo que hace nuestro Dios con nosotros. Algo que nos puede parecer difícil de hacer. Pero Jesús viene en nuestra ayuda y todo lo que pide que hagamos a los demás lo hace Él primero con nosotros. Él nos perdona, no nos condena, no nos juzga, entrega su vida por cada uno de nosotros… así que nos será más fácil hacer nosotros otro tanto con nuestros hermanos.
¿Qué premio, qué recompensa tendremos con este modo de vivir? De manera un tanto enigmática, Jesús nos dice que “os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante”, que bien podemos traducir porque Dios y Jesús nos premiarán con su amor y su amistad, algo capaz de llenar de total felicidad el corazón de cualquier persona humana.
En la Eucaristía, Cristo nos entrega Su Corazón como un don y así nosotros podemos amar a cada uno con Su Corazón y ser misericordiosos tal como el Padre del Cielo es misericordioso.
Pidamos con el Salmista: “No nos trates, Señor, como merecen nuestras culpas… sálvanos y perdona nuestros pecados”, y con la Oración Universal, “Guía nuestra voluntad, Señor y así ser misericordiosos como el Padre”.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=06-03-2023
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/13079/cat/565/no-juzgueis-y-no-sereis-juzgados.html#modal
Palabra de Vida Mes de Marzo 2023
“ Vivan como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad,justicia y verdad» (Ef 5, 8-9) | https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-03-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.