?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Hech 5, 27-32. 40-41
- Sal 29
- Apoc 5, 11-14
- Jn 21, 1-19
La primera lectura nos muestra cómo obedecer la voz de Dios en toda circunstancia, es una de las características que siguen al Resucitado.
El como nos muestra el Salmo, no permite que quien le es fiel caiga en el olvido o en la muerte, sino que, como a Cristo, lo resucita para la vida nueva.
Por eso el Apocalipsis, nos invita a elevar nuestros corazones al Señor alabándolo por su obra maravillosa.
Y el evangelio nos permite vernos reflejados en Pedro, pues como el, tantas veces nos sentimos frustrados por no ver las redes llenas con “nuestra pesca”; lo que recogemos son frutos a veces nulos, a veces mínimos. Y no nos percibimos que el problema es que no hemos echado las redes a la derecha (símbolo de las cosas de Dios). Valdría meditar, ¿he buscado cosecha apoyada en Jesus, o en criterios puramente humanos?
La otra enseñanza del evangelio de hoy es el diálogo de Jesus con Pedro que nos lleva a meditar en mi amor por el Señor, ¿es un amor basado en la primacía del Rey?
El amor al que Jesus nos llama practicar, es un amor que pastorea a sus ovejas en la tarea concreta de cada uno.
Dios nos dice el Papa Francisco, nos mira con amor, nos perdona y nos da una misión. “le dice a Pedro: “Tú haces todo esto por amor, ¿y después? ¿Serás coronado rey? No”. Jesús predice a Pedro que también él deberá seguirlo por el camino de la Cruz.
También nosotros podemos pensar: ¿cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión? Pero, por el camino que Él ha hecho, todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión…”
Al entregarse por nuestra salvación, el Señor nos da la fuerza para que también nosotros podamos entregarnos. El Señor nos da su amor en este sacramento admirable de la Eucaristia.
Nos dice el Papa Francisco: “Celebramos la Misa para nutrirnos de Cristo, que se nos da en la Palabra y en el Sacramento del Altar. En el momento de la comunión que hoy contemplamos, Jesús se nos sigue dando en su Cuerpo y en su Sangre, por el ministerio de la Iglesia, como hizo con los discípulos en la Última Cena. Después de la Fracción del Pan, el sacerdote nos invita a mirar «al Cordero que quita el pecado del mundo», reconociendo la distancia que nos separa de la santidad de Dios y de su bondad al darnos como medicina su preciosa Sangre, derramada para el perdón de los pecados. Somos, por tanto, convocados «al banquete de bodas del Cordero», reconociéndonos indignos de que entre en nuestra casa, pero confiados en la fuerza de su Palabra salvadora”…
Caminamos hacia el altar para nutrirnos de la Eucaristía, para dejarnos transformar por quien recibimos, como dice san Agustín: «Yo soy el alimento de las almas adultas; crece y me comerás. Pero no me transformarás en ti como asimilas los alimentos de la carne, sino que tú te transformarás en mí”.
El Pontífice también se refirió al reconocimiento que realizamos cuando, al sacerdote que distribuyendo la Eucaristía nos dice “el Cuerpo de Cristo”, respondemos “Amén”: esto significa, dijo el Papa, que reconocemos la gracia y el compromiso que comporta convertirnos en Cuerpo de Cristo. “He aquí el prodigio de la Comunión: nos volvemos en lo que recibimos”…
La Liturgia eucarística se concluye con la oración de la comunión. En ella damos gracias a Dios por este inefable don y le pedimos también que transforme nuestra vida, siendo medicina en nuestra debilidad, que sane las enfermedades de nuestro espíritu y nos asegure su constante protección”.
“La Eucaristía nos hace fuertes para dar frutos, flores de buenas obras para vivir como cristianos”, e invitó a acercarnos a la Eucaristía y a recibir a Jesús “que nos transforma en Él”, y nos hace más fuertes…”
Mes de mayo
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Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.