?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 2 Sam 24, 2. 9-17
- Sal 31
- Mc 6, 1-6
El rey David ocupa un puesto relevante en la Sagrada Escritura. A su vida se dedican más páginas que a la de ningún otro personaje del Antiguo Testamento; él «es, por excelencia, el rey “según el corazón de Dios”, el pastor que ruega por su pueblo y en su nombre, aquél cuya sumisión a la voluntad de Dios, cuya alabanza y arrepentimiento serán modelo de la oración del pueblo». Tras haber considerado el papel de la fe en la vida de Moisés, por haber visto la profunda relación entre la vida de fe y el asumir con radicalidad la propia vocación, el ejemplo de David puede servirnos para apreciar cómo la vida de fe conlleva una actitud activa, de confianza y abandono en las manos de Dios, también ante la caída y el pecado, y todo esto no se confunde con un vago sentimiento de despreocupación.
El texto de hoy, nos enseña como Dios nos ha dado la libertad y una elección clara: la posibilidad de practicar el bien o el mal, de escoger la vida o la muerte. Ante la elección de castigo que Dios da a David, éste se siente obligado de escoger el mal menor para su pueblo. David interiormente se dice: “pongámonos en manos del Señor, cuya misericordia es enorme, y no en manos de los hombres”.
Ciertamente, una confianza depositada en Dios tiene más garantía que la confianza depositada en los hombres. Dios es fiel, no experimentamos en la fe la traición, el abandono, el acoso, el egoísmo, la culpa, la destrucción, el terrorismo, las guerras. Por medio de la fe, la experiencia es otra cosa distinta al horror o el pánico que pueda despertar la vida presente.
Sobre el Evangelio de hoy, nos dice el Papa Francisco, “Jesús allí, en ese lugar, no hizo milagros, por la falta de fe“, mientras la gente “oía con gusto lo que decía Jesús”, a alguien no le gustó lo que decía y quizá algún hablador se alzó y dijo: ¿pero este de qué viene a hablarnos? ¿Dónde estudió para que nos diga estas cosas? Que nos haga ver su licenciatura. ¿En qué universidad estudió? Este es el hijo del carpintero y lo conocemos bien.
Recordemos que la Palabra de Vida que estamos viviendo en este mes (ver nota abajo), nos dice: “Dios confía en el hombre y no actúa sino con su contribución, su libre sí.”
Mes de Febrero
Intención de oración universal
Escuchar los gritos de los migrantes.
Recemos para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal sea escuchado y considerado.
Palabra de Vida .
“Creo, ayúdame porque tengo poca fe’” (Marcos 9, 24)
El Evangelio presenta una paradoja: reconocer nuestra debilidad, los límites y las fragilidades como punto de partida para entrar en relación con Dios y participar con él en la tarea más grande, la fraternidad universal.
Dios confía en el hombre y no actúa sino con su contribución, su libre sí.
Creer y sentirse mirados y amados por Dios es saber que toda oración nuestra, toda palabra o gesto, todo advenimiento triste, alegre o indiferente, toda enfermedad… todo es visto por Dios. Y si Dios es amor, la confianza en él es la lógica consecuencia.
Y luego, a fuerza de amar, nuestra fe se volverá inquebrantable, muy sólida. No solo creeremos en su amor, sino que lo sentiremos de manera tangible en nuestro ánimo y veremos realizarse ‘milagros’ a nuestro alrededor”.
https://ciudadnueva.com.ar/febrero-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.