Tiempo de Navidad
- 1 Jn 4, 11-18
- Sal 71
- Mc 6, 45-52
La liturgia de hoy continua hablándonos del Amor. Para que este amor permanezca en nosotros, nos dice el texto de la primera lectura de hoy, afirma el comentario del sitio Evangelización Activa, debemos vivir de la misma forma que Jesús vivió, es decir, haciendo la voluntad del Padre, observando su ley y permaneciendo en su amor. Esta es la clave que crea en nosotros la paz, pues, quien vive haciendo la voluntad de Dios, vive en él y él vive en nosotros. Por eso no tememos y vivimos con tranquilidad. Una vida llena de Dios será una vida en paz y de alegría, pues ésta es una vida llena de amor.
La reflexión del Monasterio de las Dominicas, nos habla de que El Amor de Dios es gratuito y desinteresado: ama por amar y sin pedir nada a cambio. Pero para que esto se haga vida en nosotros, primero tenemos que experimentar su Amor: “hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él”, leemos en la lectura.
Amor y fe van de la mano, mutuamente se fundamentan.
En el sitio Espacio Sagrado al comentar el evangelio nos dice que Jesús está orando – hablando con su Padre. ¿Está quizá pensando acerca de cuál sería la mejor manera de comunicar a la gente lo que su llegada realmente significaba? ¿Quizá está recordando la gran demostración que fue el alimentar a 5.000 personas? Sin embargo, en la mente de la gente, esto fue visto solamente como el comienzo de una campaña política. Y sus discípulos sólo estaban un poco mejor. Por tanto ahora Él está a punto de intervenir a un nivel diferente: salva a sus discípulos de una tormenta: simplemente para mostrar que es lo suficientemente fuerte para que su causa “triunfe”, sin tener que confiar en la disposición del ánimo popular.
Jesús es lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo su plan para mi vida, sin tener que confiar en las personas que “tienen influencia”.
Nos explica el Papa Francisco que los discipulos “no habían entendido el milagro de los panes, porque su corazón se había endurecido.
Un corazón puede ser de piedra por muchas razones. Por ejemplo, a causa de experiencias dolorosas. Les pasa a los discípulos de Emaús, temerosos de ilusionarse de nuevo. Le sucede a Tomás, que se niega a creer en la resurrección de Jesús. Y otro de los motivos que endurecen el corazón es el cierre en sí mismo.
Y en la página Boosco.org nos habla que Jesús se revela como un Dios poderoso, que se despliega fuera de los límites de la naturaleza. Jesús viene hacia los discípulos sobre las olas, para manifestarles algo desde siempre válido: como Dios se abre camino por encima de las olas, así triunfa con su venida Jesús sobre el vendaval. Jesús los invita a creer y a esperar. Sin embargo, muchas veces nuestra actitud es similar a la que tienen los apóstoles: seguimos teniendo miedo, o miedos. Es que a Dios no siempre se le ve. Hay muchas tormentas en nuestra vida. Pero el evangelio hoy nos muestra que Dios siempre está con nosotros, que «viendo nuestros esfuerzos» por alcanzar la orilla, se pone en camino para rescatarnos y llevarnos a puerto seguro. Por eso, una y otra vez el mismo Jesús viene a nuestro encuentro, para que podamos seguir remando. Lo hace en su Palabra, en los sacramentos, en la oración personal, en la presencia de los otros…
Pidamos hoy al Señor con la Oración Colecta que conceda a todos los pueblos gozar de paz verdadera y que infunda en nuestros corazones aquella maravillosa luz que encendió en el corazón de nuestros padres y que con el Salmista te adoremos Señor.
Palabra de Vida Mes de Enero 2022
“En Oriente hemos visto su estrella y hemos venido para adorarlo”. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Hemos visto tu estrella y hemos venido a adorarte Señor.Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.