?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 2 Sam 11, 1-4, 5-10. 13-17
- Sal 50
- Mc 4, 26-34
Vamos a enfocarnos particularmente hoy en la lectura de Samuel, pues me parece importantísima para nuestro crecimiento espiritual, pues nos lleva a estar alertas y recordar que cada uno de nosotros ha sido tentado a tolerar y jugar con el pecado.
Cuidado, este no se presenta de un momento a otro, el mal viene fraguando una serie de acontecimientos que poco a poco nos van acercando a la caída final.
Veamos el proceso en el pescado del Rey David: ell versículo (II Sam. 11:1) uno nos dice que era el tiempo en que los reyes salían a la guerra. David era el rey de Israel y debía haber estado con su ejército, pero David se quedó en su palacio. Como resultado, David estaba en el lugar incorrecto. El pueblo de Israel había pedido un rey para que les pudiera dirigir en la guerra (I Sam. 8:19). Sin embargo, David se quedó en casa.
Hasta ese momento, todo había salido bien para David. Tenía 50 años y había reinado en Jerusalén más de 12 años. Vivía en el Monte de Sión con muchos hijos e hijas. Tenía muchos consejeros y un ejército poderoso. Dios le había preservado en cada batalla mientras David derrotaba a sus enemigos y salía triunfante. Sus habilidades y piedad eran más excelentes que sus triunfos militares. Estaba en el pináculo de la grandeza humana. Cuando David llegó a esta posición tan alta, era más vulnerable que en cualquier otro momento de su vida. De este pináculo, él se desplomó.
David se encontraba en el lugar incorrecto y por eso se metió en problemas. Si su mente y energía hubieran estado ocupadas en el trabajo de su llamamiento como rey, no habría caído en pecado en Jerusalén. Si hubiera dirigido el ejército en Raba, nunca habría pecado en Jerusalén.
En el versículo 2 vemos que David, por estar en el lugar incorrecto, se encontró en el lugar de tentación. El portón de la tentación fue el ojo y el objeto de la tentación fue muy hermoso. El diablo siempre esconde su veneno en las golosinas más dulces. Él es el padre de mentiras y el maestro del engaño. Él aparece como ángel de luz aunque él es la esencia de la maldad. No seas engañado. El jugar con el pecado es como jugar con una serpiente venenosa. Cada vez que cedemos a la tentación, la serpiente de pecado está hundiendo sus colmillos, llenos de veneno mortal, en nuestro ser.
En los versículos 3 y 4 vemos que David fue vencido por la tentación. Ahora David no estaba sencillamente jugando con el pecado. Él yA estaba experimentando el pecado.
Cómo es el pecado? David se quedó en casa. Él miró una mujer bañándose. Él buscó la oportunidad para conocerla. Él cometió adulterio. Esa es la naturaleza progresiva del pecado. Siempre te lleva más lejos de lo que quieres ir.
David no estaba pensando: «Voy a quedarme en casa y cometer adulterio». Un paso siguió el otro en el progreso del pecado. David solamente rehusó hacer lo que Dios tenía para él. David no hizo planes para cometer adulterio. Sencillamente puso su voluntad por encima de la voluntad de Dios. Un paso siguió el otro, y finalmente se encontró en los brazos de la esposa de otro hombre. Así es la naturaleza del pecado.
¿Piensas que puedes controlar el pecado? ¿Piensas que puedes dominar el pecado? ¡Oh no, mi hermano, mi hermana! El pecado no conoce el papel de siervo sino el papel de jefe. Tú no controlas el pecado, el pecado te controla a ti. Tú no puedes viajar con el pecado. El pecado siempre te llevará más lejos de lo que tú quieres ir.
En el versículo 5 vemos una complicación en el pecado de David. El pecado siempre complica las cosas. El pecado siempre trae malas consecuencias. El pecado nunca te deja igual. Con sus garras, el pecado te coge con una fuerza tremenda. David nunca pudo regresar a su condición anterior después que hubo pecado. Él nunca volvió a ser igual.
El Salmo 50, nos presenta la suplica de arrepentimiento de David ante su pecado y el sentimiento de la posibilidad de conversión que aparece por parte del pecador, sinceramente arrepentido (cf. versículo 5), se presenta en toda su miseria y desnudez ante Dios, suplicándole que lo le rechace de su presencia.
Por otra parte con respecto al evangelio, nos explica el Papa Francisco: “El reino de Dios está allí, escondido en esa santidad de la vida cotidiana, esa santidad de todos los días. Porque el reino de Dios no está lejos de nosotros, está cerca.
El reino de Dios es humilde, como la semilla: humilde; pero se hace grande por el poder del Espíritu Santo. Y a nosotros nos toca dejarlo crecer en nosotros, sin gloriarnos.
<
p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Dejar que el Espíritu venga, nos cambie el alma y nos lleve adelante en el silencio, la paz, la quietud, la cercanía a Dios, a los demás sin espectáculo
Mes de enero
Servir, servir y servir
Por la evangelización: Promoción de la paz en el mundo. Recemos para que los cristianos, los que siguen otras religiones y las personas de buena voluntad promuevan la paz y la justicia en el mundo.
Palabra de Vida.
“Nos demostraron una cordialidad nada común.” (Hch 28, 2)
Jesús nos demostró que amar significa recibir al otro tal como es, tal como él nos recibió a nosotros. Dar hospitalidad al otro, con sus gustos, sus ideas, sus defectos, su diversidad. Darle espacio dentro de nosotros, alejando del corazón toda desconfianza, juicio o rechazo. El Señor mismo nos da la fuerza de su gracia para que nuestra frágil voluntad alcance la plenitud del amor cristiano.
https://ciudadnueva.com.ar/enero-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.