https://youtu.be/Q-_gH2rIyUk
- 1 Jn 2, 18-21
- Sal 95
- Jn 1, 1-18
Estamos en el séptimo día de la octava de Navidad, que coincide con el último día del año 2021, nos dice el comentario de las Hermanas de Monasterio Ntra. Sra. de la Piedad – MM. Dominicas, y por eso, cuando el apóstol san Juan nos habla de la “última hora” aunque tenga un matiz diferente, a nosotros nos está recordando que el año se acaba y que algún día será nuestro encuentro definitivo con el Señor.
Muy importante, también, la reflexión que nos hace el Pbro Ernesto María Caro, quien nos habla acerca de estar en guardia, pues, en medio de toda la confusión de este mundo, y dado que no todos nuestros hermanos han tenido la suficiente formación doctrinal y evangélica, es fácil que éstos se vean arrastrados a las sectas y confesiones extrañas al cristianismo. Recuerda que la fuente de agua limpia surge de las Escrituras discernidas y explicadas diligentemente, por nuestra Iglesia. No nos dejemos arrastrar, permanezcamos fieles al Señor.
Cada hombre y cada mujer, nos explica el Emérito Benedicto XVI, necesita encontrar un sentido profundo para su propia existencia. Y para esto no bastan los libros, ni siquiera las Sagradas Escrituras. El Niño de Belén nos revela y nos comunica el verdadero “rostro” de Dios, bueno y fiel, que nos ama y no nos abandona ni siquiera en la muerte. “A Dios nadie lo ha visto jamás -concluye el Prólogo de san Juan-: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado”
Y para cerrar esta reflexión, veamos lo que nos dice el Rev. D. David COMPTE i Verdaguer. Frecuentemente, una mezcla de sentimientos —incluso contradictorios— susurran en nuestros corazones en esta fecha. Es como si una muestra de los diferentes momentos vividos, y de aquellos que hubiésemos querido vivir, se hiciesen presentes en nuestra memoria. El Evangelio de hoy nos puede ayudar a decantarlos para poder comenzar el nuevo año con empuje.
«La Palabra era Dios (…). Todo se hizo por ella» (Jn 1,1.3). A la hora de hacer el balance del año, hay que tener presente que cada día vivido es un don recibido. Por eso, sea cual sea el aprovechamiento realizado, hoy hemos de agradecer cada minuto del año.
Pero el don de la vida no es completo. Estamos necesitados. Por eso, el Evangelio de hoy nos aporta una palabra clave: “acoger”. «Y la Palabra se hizo carne» (Jn 1,14). ¡Acoger a Dios mismo! Dios, haciéndose hombre, se pone a nuestro alcance. “Acoger” significa abrirle nuestras puertas, dejar que entre en nuestras vidas, en nuestros proyectos, en aquellos actos que llenan nuestras jornadas. ¿Hasta qué punto hemos acogido a Dios y le hemos permitido entrar en nosotros?
«La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo» (Jn 1,9). Acoger a Jesús quiere decir dejarse cuestionar por Él. Dejar que sus criterios den luz tanto a nuestros pensamientos más íntimos como a nuestra actuación social y laboral. ¡Que nuestras actuaciones se avengan con las suyas!
«La vida era la luz» (Jn 1,4). Pero la fe es algo más que unos criterios. Es nuestra vida injertada en la Vida. No es sólo esfuerzo —que también—. Es, sobre todo, don y gracia. Vida recibida en el seno de la Iglesia, sobre todo mediante los sacramentos. ¿Qué lugar tienen en mi vida cristiana?
«A todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios» (Jn 1,12). ¡Todo un proyecto apasionante para el año que vamos a estrenar!
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.