https://youtu.be/LMxliTOQfHs
- Gen 17, 1. 9-10, 15-22
- Sal 127
- Mt 8, 1-4
La liturgia de hoy nos invita a confiar en el Señor aunque lo que nos pida, como le ocurrió a Abram, no tenga lógica, pues no podemos olvidar que el nos dará la Gracia y como al leproso nos puede curar.
La vida entera de Abrahán se desenvuelve bajo el signo de la libre iniciativa de Dios. Dios interviene, lo escoge a él de entre una familia que servía a otros dioses, le hace salir de donde vivía y lo conduce por sus caminos a un país desconocido.
Desde el principio Dios manifiesta para con Abrahán una gran generosidad. Sus promesas delinean un porvenir maravilloso, lo colmará, lo hará extremadamente fecundo, pero las circunstancias parecen adversas a estas perspectivas.
Abrahán es un nómada, Sara, su mujer ya no está en edad de tener hijos. Así resalta mejor la gratuidad de las promesas divinas, el porvenir de Abrahán depende completamente del poder y la bondad de Dios. Todo lo que se le pide es una fe atenta, una acogida sin reticencia otorgada al designio de Dios.
Los planes de Dios se pudieron realizar, porque Abrahán se fió de Él, escuchó su voz y siguió sus directrices.
Su vida queda realmente reflejada en el salmo de hoy: “Esta es la bendición del hombre que teme al Señor”. Expresa el deseo de que Dios bendiga a quienes le temen. La bendición alcanza las realidades de la vida concreta: el fruto del trabajo, la familia numerosa, la vida pacífica en una ciudad próspera.
Nos dice el Papa Francisco, comentando el texto del evangelio: “el leproso experimenta la cercanía del Señor: Él no pone una distancia de seguridad y no actúa delegando, sino que se expone directamente al contagio por nuestro mal. Y así justamente nuestro mal se vuelve el lugar del contacto: Él, Jesús, toma de nosotros la humanidad enferma y nosotros de Él su humanidad sana y que cura.
Asombroso juego de la fe, de la confianza absoluta que en él tenemos. Confianza dudosa que, sin embargo, salta por encima de toda duda. Seguridad en que lo pedido se hará realidad. Esperanza en esa realidad que se hace don en nuestro camino: vida junto a Jesús. Y, a su través, vida junto al Padre. Promesa inaudita. Promesa sin sentido en la que nosotros, como Abrahán, nuestro padre en la fe, creemos y esperamos. Promesa de vida eterna que se nos ofrece en la cruz de Cristo.
Es importante, entonces, que nosotros, de cuando en cuando, nos preguntemos de nuevo ¿Cuál es la imagen que nos hemos formado de Jesús? ¿Es para nosotros verdaderamente Dios, el Dios verdadero para quien NADA es imposible? La respuesta es importante pues si verdaderamente consideramos a Jesús, al que proclamamos como nuestro Señor, verdaderamente Dios, entonces su palabra tiene poder, sus promesas se realizan, su presencia es verdadera, todos los días, junto a nosotros, su Cuerpo y su Sangre están presentes en todos los altares.
Si lo reconocemos como verdadero Dios, nuestro trato con él estará basado en la confianza amorosa, pues sabremos que “si él quiere”, todo cuanto nos parece necesario nos será dado para testimonio de su amor entre nosotros. Pongamos nuestras necesidades ante él diciendo con humildad: “Señor, si tú quieres“.
“Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=30-06-2023
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/06/30/lo-que-hace-dios-despues-de-hablar-2/
- https://es.catholic.net/op/articulos/27141/cat/337/senor-si-quieres-puedes-curarme.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Junio 2023
“Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes.” (2 Corintios 13, 11) https://ciudadnueva.com.ar/junio-2023/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.