https://youtu.be/8agWb3XmgzQ
- Jer 31, 1-7
- Sal 31
- Mt 15, 21-28
El Señor hoy nos invita a tener fe, a que confiemos en su poder en todo momento, pues Dios nunca olvida a su pueblo y el amor que le profesa, así nos lo hace saber en el texto de Jeremías: “con amor eterno te amé”. Dios asegura a su pueblo que nuevamente entrará en relación con ellos por medio del pacto.
Cuando uno es muy humillado y pasa dificultades, es bueno acordarse que así fue antes con la Iglesia, pero resulta difícil consolarse con antiguas sonrisas cuando se está sometido a una ira presente; no obstante, es felicidad de los que, por gracia, están interesados en el amor de Dios, que este sea un amor eterno, desde la eternidad del consejo, hasta la eternidad de la vida más allá. Dios atraerá a sí por la influencia de su Espíritu en sus almas, a los que ama con este amor.
Ese amor eterno de Dios a toda la humanidad se ha hecho más patente con la venida de su Hijo Jesús a nuestra tierra. “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito”. Bien nos demostró Jesús lo mucho que nos quería regalándonos su luz, su amor, su persona, su cuerpo, su sangre y quedándose para siempre con nosotros. “No os dejaré huérfanos… estaré con vosotros todos los días hanta la consumación del mundo”. Ciertamente el amor de Dios es eterno.
Piénsalo bien: el Señor ama tu vida tal y como es, con su virtud y su pecado. Sólo de ese modo puede salvarla. No salva una vida que no existe, una fantasía: salva tu vida real. Y te acompaña en el transcurrir de tus experiencias, ayudándote a crecer con el ejemplo de buenos cristianos, corrigiéndote a través de hermanos veraces y de los batacazos (de los que debes aprender), perdonando tu pecado si el corazón lo merece por estar contrito. Todo eso eres tú. Y, con la gracia de Dios y un deseo de amarle más, Dios y tú crecéis cada día.
En el pasaje del Evangelio capta la atención aquella madre cananea que pide una gracia para su hija, reconociendo en Jesús al Hijo de David: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada»
Afirma el Papa Francisco: “Con estas palabras esta madre demuestra haber intuido que la bondad del Dios Altísimo, presente en Jesús, está abierta a toda necesidad de sus criaturas.
“Despídela, que viene gritando” Los discípulos veían en ella un elemento negativo, no le veían remedio pues era «diferente», no creía en lo mismo que ellos. Los cananeos tenían sus dioses y eran capaces de sacrificar sus alimentos para depositarlos como ofrendas en sus templos aunque se quedaran sin comer. Por eso Jesús le llama la atención a la cananea: “no eches las migajas del pan de tus hijos a los perros”. Esto es muy actual también. La sociedad «moderna» nos presenta hoy muchos ídolos (muchas migajas) ante los cuales somos capaces de sacrificar nuestra fe: todo lo que lleva a una cultura de la muerte. Qué fáciles somos para dejarnos permear por los antivalores, los dejamos entrar sin preocupación alguna; quizá para algunos, encontrar esto en la sociedad sea motivo de desesperación: ¡No tiene remedio, despídela, dale un adiós agradable, ha perdido su fe! Pero Cristo nos invita a buscar modos más eficaces para que encuentre o renazca en ellos su fe.
La actitud de confianza e insistencia de esta mujer, toca el corazón de Jesús y le arrebata palabras de admiración: «Mujer, grande es tu fe”; que te suceda como deseas»…El Maestro queda sorprendido y no puede hacer otra cosa que actuar a favor de aquellas personas: «que te suceda como deseas», aunque parezca que no entran en sus esquemas. No obstante, en la realidad humana se manifiesta la gracia de Dios.
Continúa el Pontifice: ¿Cuál es la fe grande? La fe grande es aquella que lleva la propia historia, marcada también por las heridas, a los pies del Señor pidiéndole que la sane, que le dé sentido.”
La fe no es patrimonio de unos cuantos, ni tampoco es propiedad de los que se creen buenos o de los que lo han sido, que tienen esta etiqueta social o eclesial. La acción de Dios precede a la acción de la Iglesia y el Espíritu Santo está actuando ya en personas de las que no hubiéramos sospechado
Es tiempo de revisar nuestro corazón y ver qué aspectos vivenciales son contrarios al Evangelio, qué formas de pensar son contrarias a los valores humanos perennes del cristianismo, qué migajas estámos echando a los perros. Es hora de demostrar al mundo la grandeza de nuestra fe, que nuestros valores están por encima de quienes quieren destruirlos y no dejaremos que nos permeen con ideologías destructoras. Démosle a Dios la satisfacción de que somos capaces de vivir el Evangelio, alimentándonos con mayor frecuencia de los sacramentos, especialmente de la confesión y de la Eucaristía. Y expresemos nuestra fe viviéndola sin problemas, sin complejos. No seamos cristianos de club VIP, tampoco pretendamos transmitir la fe a golpe de martillazo. La pedagogía de Jesús es de salir al encuentro, llevar el mensaje sin pleitos, sin pretender ser más papistas que el Papa para decidir quién sí o quién no es merecedor de estar «en el club» según las interpretaciones personales.
La Canena con Jesús tuvo una puerta abierta para abrazar la fe; los «cananeos» de nuestro tiempo, ¿qué encontrarán en mí, o en usted que nos decimos seguidores de Cristo?
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/08/03/miercoles-de-la-xviii-semana-del-t-ordinario/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.regnumchristi.org/es/las-migajas-caen/
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy/2022/08/03.html
- https://www.socibiblia.org/post/jeremias-31-1-9-comentario-jeremias-311-9-la-restauracion-de-israel/3332
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Julio 2022
“Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 18, 21) https://ciudadnueva.com.ar/agosto-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.