https://youtu.be/Z9O_Ue5vR14?si=weLz4QTDtFMTfMkE
- Dn 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28
- Sal tomando de Dn 3
- Lc 21, 12-19
Hoy la liturgia nos lleva a reflexionar sobre el cristianismo, un estilo de vida que muchas veces va en contraposición con el indiferentismo del mundo: esta es la causa de los problemas Sin embargo, Dios que ama a sus hijos les brinda su asistencia divina que reciben aquellos que tienen el corazón dispuesto al Señor y han puesto en El su confianza.
En el texto de la primera lectura, el rey Baltaza dice a Daniel, “He oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se ha hallado luz, entendimiento y mayor sabiduría”
A veces, en nuestra vida, somos como el Rey Baltazar, no nos damos cuenta del valor que tiene algunos hombres y mujeres de Dios que viven cerca de nosotros; acabamos de leer como él no percibió lo beneficioso que le podría haber sido Daniel, sino cuando ya era demasiado tarde y esta, es sin duda alguna, una de las actitudes con las que a veces nos encontramos, aun en medio de los mismos cristianos, y siendo sinceros en las que caemos nosotros también algunas veces: el pensar que se puede hacer mofa de las cosas sagradas. Tampoco es raro encontrarnos con personas que en fiestas y reuniones hacen chistes y se burlan de las cosas y de las personas sagradas. En muchos de nuestros hermanos se nota una falta de interés y de respeto por Dios y por sus objetos y ministros, quizás porque piensan: “No pasa nada, sólo estamos jugando”. Probablemente eso mismo pensaba el rey Baltasar, cuando delante de él apareció la mano de Dios, para hacerle ver que no se puede jugar con su Nombre.
La enseñanza de este texto es que por ningún motivo debemos permitir que el indiferentismo del mundo y su falta de amor a Dios nos contagie; todo lo contrario debemos seguir el ejemplo de Daniel y anunciar a los demás la verdad del Evangelio; en las reuniones disfrutar con alegría cristiana.
Sa Lucas nos dice que Jesús nos muestra, cómo el ser discípulos suyos, no es un camino fácil ni agradable. No nos equivoquemos, nuestra recompensa no es en la tierra sino en el cielo. Y todo por causa de la Verdad, del Evangelio.
Sólo el Señor puede darnos la gracia de mantenernos firmes en la fe ante las contrariedades de la vida, por eso nosotros debemos estar preparados para recibirlas, sobrenaturalizarlas y mediatizarlas como una escalera hacia el cielo, escalera que se identifica con la Cruz. En primer lugar, hay que esperar todo de Dios, saber que la fuerza viene de Él, confiar ciegamente en Él, y desconfiar de nosotros y de “nuestras” capacidades, pues son dones recibidos.
Afirma el Papa Francisco: “El segundo aspecto nos interpela precisamente como cristianos y como Iglesia: Jesús preanuncia pruebas dolorosas y persecuciones que sus discípulos deberán padecer, por su causa. Sin embargo asegura: “Pero no perecerá ni un cabello de su cabeza”. ¡Nos recuerda que estamos totalmente en las manos de Dios!
Las adversidades que encontramos por nuestra fe y nuestra adhesión al Evangelio son ocasiones de testimonio; no deben alejarnos del Señor, sino impulsarnos a abandonarnos aún más en Él, en la fuerza de su Espíritu y de su gracia.”
Por eso, el evangelio nos hace énfasis también en la perseverancia, esta, se da en grado sumo en la cruz y confiere libertad, al otorgar la posesión de sí mismo mediante el amor. La promesa de Cristo es indefectible: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas», y esto es así porque lo que nos salva es la Cruz. Es la fuerza del amor lo que nos da a cada uno la paciente y gozosa aceptación de la Voluntad de Dios, cuando ésta —como sucede en la Cruz— contraría en un primer momento a nuestra pobre voluntad humana. Sólo en un primer momento, porque después se libera la desbordante energía de la perseverancia que nos lleva a comprender la difícil ciencia de la cruz. Por eso, la perseverancia engendra paciencia, que va mucho más allá de la simple resignación. Más aún, nada tiene que ver con actitudes estoicas. La paciencia contribuye decisivamente a entender que la Cruz, mucho antes que dolor, es esencialmente amor.
Está claro que ser Cristiano en un mundo de injusticia, de violencia, de deshonestidad no es sencillo y por lo general es la causa de la persecución o del rechazo de aquellos a los que nuestro estilo de vida incómoda.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, están siempre con ustedes”. Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=29-11-2023
- https://www.escuelabiblica.com/estudios-biblicos-1.php?id=227
- https://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/10456/cat/331/persecucion-de-los-discipulos.html#modal
Palabra de Vida Mes de Noiembre 2023
“Pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas» 1 Tes 5, 5-6 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida. Octubre 2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.