https://youtu.be/8CXA0OJKSO8
- Dn 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95
- Dn 3
- Jn 8, 31-42
La liturgia de hoy nos lleva a reflexionar sobre la verdadera libertad. En el texto de la primera lectura, destacan las dos posturas: quien ostenta el poder y lo absolutiza para imponerse y dominar, decidiendo arbitrariamente sobre dioses y hombres; y quienes tienen claro que el único a quien adorar es Dios, que tiene el verdadero poder sobre la vida y la muerte, y en el que confían plenamente. Esto nos deja como enseñanza que la verdadera fe se expresa en la fidelidad y la fidelidad se expresa en los momentos de crisis, cuando se puede perder todo, cuando todo puede depender de nuestra actitud hacia Dios, cuando preferimos, incluso la misma muerte, que el ofender a Dios con nuestra infidelidad.
Nos explica el Papa Francisco que “Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de la felicidad, que solamente viene de la fe.”
La fe en Dios pasa por descubrir qué es ser sus hijos e hijas y vivir en consecuencia. Y el camino, las claves para ese descubrimiento, es Jesús, seguir e identificarse con quien es el Hijo, ser de verdad discípulos suyos. “¿Qué es la verdad?” se preguntaba Pilatos ante Jesús apresado y condenado. El paso de la esclavitud a la libertad está en conocer la verdad. ¿Qué es la verdad sino Dios, el que nos llama hijos y nos ama?
El antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad. En la visión cristiana, la verdad no es sólo una realidad conceptual que se refiere al juicio sobre las cosas, definiéndolas como verdaderas o falsas. La verdad no es solamente el sacar a la luz cosas oscuras, “desvelar la realidad” (aletheia: de a-lethès “no escondido”). En la Biblia tiene el significado de apoyo, solidez, confianza, como da a entender la raíz ‘aman, de la cual procede también el Amén litúrgico. La verdad es aquello sobre lo que uno se puede apoyar para no caer. En este sentido relacional, el único verdaderamente fiable y digno de confianza, sobre el que se puede contar siempre, es decir, “verdadero”, es el Dios vivo. He aquí la afirmación de Jesús: “Yo soy la verdad” (Jn 14,6). El hombre, por tanto, descubre y redescubre la verdad cuando la experimenta en sí mismo como fidelidad y fiabilidad de quien lo ama. Sólo esto libera al hombre: “La verdad os hará libres” (Jn 8,32).
Concluye él Pontífice: “…La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente. Abraham, vuestro padre, exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó de alegría. Les exhorto a pedir al Señor la gracia de ser exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos con Él y la gracia de la alegría”
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=29-03-2023
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/03/29/la-verdad-os-hara-libres-miercoles-29-de-marzo-de-2023/
- https://es.catholic.net/op/articulos/14447/cat/565/si-el-hijo-os-da-la-libertad-sereis-realmente-libres-.html#modal
Palabra de Vida Mes de Marzo 2023
“ Vivan como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad,justicia y verdad» (Ef 5, 8-9) | https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-03-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.