?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Am 6, 1. 4-7
- Salmo 145
- 1 Tim 6, 11-16
- Luc16, 19-31
La liturgia de hoy nos lleva a meditar sobre lo que piensa el Señor acerca del materialismo, fama, placeres y vanidades de la vida que nos llevan solo a endurecer el corazón y nos hacen insensibles ante el sufrimiento, el dolor y las necesidades de los demás.
El Señor además lanza una crítica a la incoherencia de quienes escuchan su mensaje y no lo ponen en práctica.
“Todos nosotros tenemos esta debilidad, nos dice el Papa Francisco, esta fragilidad de poner nuestras esperanzas en nosotros mismos o en los amigos o en las posibilidades humanas solamente y nos olvidamos del Señor. Y esto nos lleva al camino de la infelicidad.
Hoy, nos hará bien preguntarnos: ¿dónde está mi confianza? ¿En el Señor o soy un pagano, que confía en las cosas, en los ídolos que yo he hecho? ¿Todavía tengo un nombre o he comenzado a perder el nombre y le llamo «Yo»? ¿Yo, me, conmigo, para mí, solamente yo? Para mí, para mí… siempre ese egoísmo: «yo». Esto no nos da la salvación.
Siguiendo con nuestra formación sobre la Eucaristía, concretamente el Credo, hoy comentaremos en el Todopoderoso (CC 268- 274)
Dios es el Padre Todopoderoso. Su paternidad y su poder se esclarecen mutuamente. Muestra, en efecto, su omnipotencia personal, por la manera como cuida de nuestras necesidades.
El emérito Papa Benedicto XVI, nos dice: “…la fe en Dios Todopoderoso nos lleva por caminos muy diferentes. A aprender a conocer que el pensamiento de Dios es diferente del nuestro, que los caminos de Dios son diferentes de los nuestros, y también su omnipotencia es diferente: no se expresa como una fuerza automática o arbitraria, sino que se caracteriza por una libertad amorosa y paternal.
De hecho, Dios al crear criaturas libres, dándoles libertad ha renunciado a una parte de su poder, dejando el poder de nuestra libertad. Así ama y respeta la libre respuesta de amor a su llamada. Como Padre, Dios quiere que seamos sus hijos de su corazón y vivamos como tal, en su Hijo, en comunión, en plena familiaridad con Él.
Su omnipotencia no se expresa en la violencia, no se expresa en la destrucción de un poder adverso como nosotros quisiéramos, sino que se expresa en el amor, la misericordia, el perdón, en la aceptación de nuestra libertad y en la incansable llamada a la conversión del corazón, en una actitud, sólo aparentemente débil.
Por lo tanto, cuando decimos “Yo creo en Dios Padre omnipotente” expresamos nuestra fe en el poder del amor de Dios que, en su Hijo muerto y resucitado vence el odio, la maldad, el pecado y nos da vida eterna, aquella de hijos que quieren estar siempre en la “Casa del Padre”. Decir Creo en Dios Padre omnipotente, en su poder, en su manera de ser padre, es siempre un acto de fe, de conversión, de transformación de nuestro pensamiento, de todo nuestro afecto, de todo nuestro modo de vivir.”
Mes de septiembre
Confesarse
/Confiésate y empieza de Nuevo. La confesión es un Sacramento de sanación ¿Por qué no lo aprovechas para un nuevo comienzo, dejando atrás los rencores y dolores del pasado?. La confesión de ta el impulso a una nueva vida, el Señor te lo ha regalado para que te acerques a Él limpio y renovado.p>
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.