?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Jer 7, 23-28
- Sal 94
- Lc 11, 14-23
La liturgia de hoy nos confronta con nuestras actitudes como creyentes y nos recuerda que todos los cristianos contamos con un gran regalo, su presencia; en nosotros está la decisión de a quién seguimos, pues nos asegura el Señor,…”el que no está conmigo está contra mí y el que no recoge conmigo desparrama”
Así también, otro lado la primera lectura nos indica “Este es el pueblo que no escuchó la voz de Dios, ni aceptó su corrección”. Un pueblo que le da la espalda a Dios, no es un pueblo que camine de frente hacia la paz que busca. Jeremías, recuerda cómo Dios envió a muchos profetas para que escuchara la voz de Dios y caminara según sus preceptos, pero el pueblo endureció su corazón. Lejos de Dios no hay sinceridad, un pueblo sin Dios es un pueblo cuya sinceridad ha sido arrancada de su boca. Es un pueblo cuya verdad y sentido de la vida se ha perdido. Meditemos al respecto…
Así pues, el reproche y lamentación de Dios no sólo fue para el pueblo de Israel, sino para todos aquellos que todavía hoy continúan cerrando su corazón a su amor y a sus enseñanzas.
Dios continúa mostrándonos su amor e invitándonos a vivir en comunión con Él, a tenerlo verdaderamente como Dios, y no como un ídolo inerte, El continúa mostrándonos su Misericordia. Por ello el Salmo, nos invita a hacerle caso al Señor que nos dice: “No endurezcan su corazón como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mi, aunque había visto mis obras”
El Papa Francisco nos alerta: “…Existe siempre la tentación de minimizar la figura de Jesús como si fuese, en el mejor de los casos, un curandero, al cual no tomar muy en serio. Una actitud que ha llegado hasta nuestros días… No debemos ser ingenuos. El Señor nos da algunos criterios para discernir la presencia del mal y para seguir el camino cristiano cuando hay tentaciones. Uno de los criterios es no seguir la victoria de Jesús sobre el mal sólo a medias. O estás conmigo o estás contra mí…
Luego está el criterio de la vigilancia. Siempre debemos vigilar contra el engaño, contra la seducción del maligno.
Podemos hacernos la pregunta: “¿vigilo sobre mí, sobre mi corazón, sobre mis sentimientos, sobre mis pensamientos? ¿Custodio el tesoro de la gracia? ¿Custodio la presencia del Espíritu Santo en mí? ¿O dejo las cosas así, seguro, creyendo que todo está bien?”…
En la medida en que “estamos” más con Jesús, el demonio tiene menos oportunidad de destruirnos. Aprovechemos nuestra cuaresma incrementando el tiempo que dedicamos a nuestra oración personal, acudamos al sacramento de la reconciliación y estemos vigilantes.
Mes de marzo
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Intégrate a una misión evangelizadora o planea un peregrinaje, esto avivará el deseo de servir y mantendrá ardiendo la llama de la fe.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.