?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/el7aVOPZ2fI
- Gen 18, 16-33
- Sal 102
- Mt 8, 18-22
En la primera lectura del día de hoy, nos comenta Hna. María Ferrández Palencia, OP, encontramos a Dios y a Abraham dialogando, después de que el Señor haya decidido confiar a Abraham, a quien trata como un amigo, sus planes sobre el futuro de la ciudad de Sodoma y de todos sus habitantes. La cuestión es importante: El mal se extiende como la hiedra y es necesario frenarlo, destruirlo, para que no siga corrompiendo todo lo que toca. El autor quiere mostrarnos a través de este relato la gravedad del pecado y todo el daño que provoca a su alrededor.
Pero hay una segunda cuestión: ¿habrá en medio de una situación como ésta, tan grave, algo que salvar, que rescatar?
En el relato, ambas cuestiones son planteadas a través del diálogo entre Dios y Abraham. Junto a ellos, vamos haciendo un camino de profundización: si en un primer momento pudiera parecernos que ante el mal, no cabe otra solución que el castigo, poco a poco va emergiendo, en el relato, el tema de la compasión y la misericordia. Ambos temas surgen ante la presencia interpelante, en medio del mal que parece dominarlo todo, de los inocentes, de quienes son rostro del bien y que sin embargo sufren las consecuencias del mal. ¿Será la presencia del bien, aunque parezca una presencia insignificante, capaz de salvar lo que parece insalvable? Y de lo que nos habla este relato es precisamente de la esperanza de esta salvación. Una salvación que brota no tanto de extirpar la cizaña, sino de dejar que el trigo crezca, aunque tenga que hacerlo junto a la cizaña; no sea que, como dice el Evangelio, queriendo destruir la cizaña, acabemos también con el trigo
Una salvación que brota, en definitiva, de la misericordia y el perdón de Dios. Esa misericordia de la que nos habla el Salmista hoy.
Y Abraham, desde su conciencia de ser él también hombre débil y pecador, se siente solidario de esta humanidad también frágil y apela a esta misericordia que él mismo experimenta en la intimidad de su relación con el Señor.
Y nos invita la hermana a que podamos en este día descubrir, como Abraham, los brotes del bien, a través de tantos y tantas inocentes, y desde ello orar por nuestro mundo con el deseo de que la vida, que traduce el Amor, sea más fuerte que el mal y la muerte.
El capítulo 8 de Mateo, aunque tiene frases que resultan difíciles de comprender, es una catequesis sobre la fe y el seguimiento. Señor te seguiré dondequiera que vayas, le dice el escriba al Señor en el texto del evangelio, y ello nos confronta con la cultura de procrastinación que hoy rige en la mayoría de las personas.
El profesor Josep María Esquirol ha escrito un libro con un hermoso titulo, “Humano, más humano”. En él cuenta nuestras debilidades. A un cristiano nos viene saber bien qué nos pasa frente a nuestra pereza de Dios. ¿De dónde le viene la dejadez al ser humano? Se habla de la sociedad del cansancio, pero este cansancio es sólo la superficie de una pereza más básica.
Pero el escollo mayor de nuestra pereza procede de un estado de dimisión. Hemos perdido la confianza en un Dios que nos acompaña. Hemos apagado la vela de la pasión por el Señor. Que sí, que hacemos el bien y le damos a pobre de la iglesia la limosna dominical, pero vivimos de una fría banalidad del bien.
Y no caemos en la cuenta de que el corazón de Dios arde, no es asunto de migajas de tiempo, peladuras del alma, ocio religioso…
El Papa Francisco con exhorta más bien, a poner en práctica, “un precioso regalo en la vida del seguidor de Jesús: recibir el don de encontrarse con él entre las víctimas y los empobrecidos.
Por eso nos pide: no dejen de ofrecer esta familiaridad con los vulnerables. Nuestro mundo roto y dividido, afirma, necesita construir puentes para que el encuentro humano nos permita a cada uno descubrir en los últimos el bello rostro del hermano, en quien nos reconocemos, y cuya presencia, aun sin palabras, reclama en su necesidad nuestro cuidado y nuestra solidaridad”
Palabra de Vida Mes de Junio 2021
““No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 7, 21) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.