https://youtu.be/syELp2A8cHU
- Eclo 3, 19-21. 30-31
- Sal 67
- Heb 12, 18-19. 22-24
- Lc 14, 1. 7-14
Humildad y amor gratuito parecen ser los ejes desde los que el Señor nos propone, en l liturgia de hoy, repensar nuestras relaciones humanas.
En un contexto social que sigue marcado por la exclusión frente al privilegio, en el que parece interminable la fila de quienes se esfuerzan por alcanzar los primeros puestos, la Palabra nos invita a tener “un oído atento”, un “corazón prudente” desde el que alcanzar la verdadera sabiduría.
También para nosotros, nos explica el Papa Francisco, la humildad es el punto de partida, siempre, es el comienzo de nuestra fe. Es esencial ser pobre de espíritu, es decir, necesitado de Dios. El que está lleno de sí mismo no da espacio a Dios,… pero el que permanece humilde permite al Señor realizar grandes cosas.”
Desde este punto de vista, la humildad solamente se entiende como virtud en la medida en que se convierte en un camino para abrirse al amor gratuito. Volviendo a la imagen de la sociedad narcisista, se trata de restar espacio al Yo individual, para abrirnos al Nosotros en el que reconocemos la alteridad de Dios y de los hermanos.
El Dios, que como nos recuerda el salmo, “prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece.”, nos habla de su radical opción por el enaltecimiento de los humildes y los mansos, a quienes Él revela sus secretos.
Hemos sido llamados a la mesa del Señor. Participar del banquete eucarístico es un gran privilegio. Pero hemos de acercarnos a él con santo temor. Porque lo que se nos da es muy grande: el mismo Jesús se ofrece como alimento. Ocupar el último lugar tiene aquí el sentido de saber que hemos sido convidados sin merecerlo. Como dice esa oración antes de comulgar: «no soy digno de que entres en mi casa». Pero sin merecerlo, sin tener derecho a estar en esta mesa, siendo un pecador… el Señor continuamente me invita…. para que hagamos nosotros lo mismo. Hacer de nuestra vida, de nuestras relaciones, de nuestro corazón una mesa universal abierta a todos… y especialmente a los que menos se lo merecerían. Porque lo de «merecer»… es algo que Dios ha quitado de su diccionario…. y del nuestro.
Jesús nos ha agregado a los suyos por pura bondad. Al decirnos lo que nosotros debemos hacer al organizar una fiesta, esto es, invitar a los pobres, lisiados, ciegos…, nos está indicando lo que Él ha hecho con nosotros.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/08/28/el-ultimo-lugar/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/pautas/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/08/28/el-ultimo-lugar/
- https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/?f=2022-08-28
Palabra de Vida Mes de Julio 2022
“Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 18, 21) https://ciudadnueva.com.ar/agosto-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.