?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Apoc 20, 1-4. 11-21. 2
- Sal 83
- Lc 21, 29-33
El texto del Apocalipsis, no lleva a reflexionar el sacerdote Carlos Andrés Flórez con la homilia, en lo esperanzador de la Palabra de Dios, pues los símbolos signos que presenta son para mostrarnos la Victoria de Dios, la Victoria del bien sobre el mal y asi, darnos cuenta de que en medio de la crisis, guerra o tantas situaciones difíciles que como humanidad podemos pasar, el Cordero, el Dios que reina desde el amor nunca será derrotado; Dios no defrauda, las promesas hechas por Jesús son realidad en la vida de aquellos que saben permanecer fieles, de aquellos que han decidido con todo su corazón abrazar la vida evangélica, de aquellos que, aun a pesar de sus propias vidas, han sido capaces de mostrar un estilo de vida marcado por el amor y la justicia.
Así, al terminar nuestro ciclo litúrgico, reavivamos nuestra esperanza y retomamos fuerzas para reiniciar nuestro camino, el cual terminará un día en los brazos del Padre, inundado del gozo del Espíritu Santo, en el Reino de Cristo y en compañía de María Santísima y de todos los que como ella han sabido decir hasta el final de sus días: “Hágase en mí según tu palabra’.
El Salmo que la Biblia de Jerusalén le pone a este salmo el título de Canto de peregrinación. Canto de Sión, que celebra al huésped divino del Templo, fuente de felicidad y de gracia para los peregrinos. Se trata de un canto dulcísimo, penetrado de un anhelo místico hacia el Señor de la vida, al que se celebra repetidamente con el título de «Señor de los ejércitos», es decir, Señor de las multitudes estelares y, por tanto, del cosmos. Esta es una representación de la felicidad de cuantos, como los sacerdotes del templo, tienen una morada fija en la Casa de Dios, gozando de su intimidad y de su paz. En efecto, todo el ser del creyente tiende al Señor, impulsado por un deseo casi físico e instintivo: «Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios.
El sacerdote Carlos Yepes, en el audio, nos comenta que el evangelio nos habla sobre la caducidad de todo en el vida del ser humano, y ante eso la Palabra nos sigue un mensaje esperanzador, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Y es que la muerte y el fin de la vida humana han sido el gran tabú y hoy especialmente por motivos sociales, culturales y religiosos. Todo ello por tres razones que nos expone el sacerdote:
- La mentalidad del autoesdiosamiento humano basada en el “todo lo puedo”, entonces nos escandalizamos ante la impotencia ante la muerte; es entonces que debemos reconcer que somos limitados y que solo Dios nos debe sustentar, pues el es el Yo Soy.
- Quien n ha resuelto el sentido de la muerte, tampoco ha resuelto el sentido de su propia vida. Si no entendemos que el sentido de la vida es venir a mar, servir y donarse a los demás, no va a poder entender el verdadero sentido de la muerte, que no es precisamente de pérdida, sino como del umbral que cruzamos para alcanzar la vida liberadora, la vida en plenitud. Esa vida que nos habla el Apocalipsis, …”un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su esposo.”
- Solo en Cristo podremos encontrar una vida más allá de la muerte, entonces creamos en ello y abramos nuestro corazón a esa nueva Jerusalén que nos espera.
Y esta, nos explica el Papa Francisco, “…es nuestra esperanza. Ir así, por este camino, en el designio de Dios que se cumplirá. Es nuestra esperanza.
Este mensaje de Jesús nos hace reflexionar sobre nuestro presente y nos da la fuerza para afrontarlo con coraje y esperanza, en compañía de la Virgen, que camina siempre con nosotros.”
Palabra de Vida Mes de Noviembre .
“Felices los afligidos, porque serán consolados.” (Mateo 5, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.