https://youtu.be/AO_UztIFOaw
- Jer 17,5-8
- Sal 1
- 1 Cor 15,12. 16-20
- Lc 7, 17. 20-26
El verdadero sentido de nuestra vida para todos los cristianos, es el Reino de Dios y la liturgia de hoy nos indica que este se parece a la semilla de mostaza y que se le comprara con la levadura. Además San Pablo nos instruye para respetarnos unos a otros por reverencia a Cristo.
La reverencia es el honor y el respeto que se siente profundamente y se demuestra exteriormente. Debido al asombroso poder y majestad del Señor. Entonces al decirnos San Pablo que nos respetemos unos a otros por reverencia a Cristo, sin duda alguna habla de que el respeto entre nosotros debe ser tal que le tengamos tanta admiración y hasta cierto punto le rindamos “honor” como si fuera a Cristo, al cabo, no se hizo igual en todo a nosotros, menos en el pecado…
En el resto del texto, debemos tener en cuenta que la Palabra de Dios se encarna en el contexto cultural y en ocasiones viene envuelta en valores o contravalores de la época, en este caso de una antropología androcéntrica que sitúa a la mujer en un segundo plano respecto al varón.
Valga aclarar, que también encontramos algunas perlas teológicas, en este caso eclesiológicas, al presentar la bella y sencilla imagen del amor matrimonial como símbolo del amor de Cristo a su Iglesia: “Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla.”
El esfuerzo que hace este discípulo de Pablo que baila entre lo cultural y lo contracultural del mensaje de Jesús nos lleva a preguntarnos: ¿Somos nosotros capaces de desmarcarnos de las contaminaciones culturales en nuestra antropología, teología o nuestra vivencia de la fe?
En el evangelio, Jesús mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características propias del Reino de Dios. Con ambas parábolas Jesús muestra paradójicamente que el Reino, que empieza como algo pequeño (semilla/levadura), acaba creciendo (árbol) y llegando a todas partes (gran masa). La primera de ellas nos dice que el Reino crece poco a poco, pero llega a ser algo grande y se convierte en protección, resguardo y abrigo. Con la segunda parábola, la de la levadura, se nos habla del Reino como una experiencia transformadora de la realidad. Las dos imágenes están cargadas de esperanza; el Reino, poco a poco sin que se note, va creciendo y transformando nuestro mundo en la medida en que vivimos sus valores.
Nos explica el Papa Francisco; “Jesús habla de dos cosas de la vida cotidiana: la levadura no se mantiene levadura, porque al final se estropea; se mezcla con la harina, está en camino y hace el pan; y de la misma manera la semilla no permanece semilla: muere y da vida al árbol. Entonces: la levadura y la semilla están en camino para “hacer” algo. Y también el reino es así. Levadura y semilla mueren. La levadura ya no es levadura: se mezcla con la harina y se convierte en pan para todos, comida para todos. La semilla ya no será semilla: será árbol y se convierte en casa para todos, para los pájaros…”
Así enseñaba Jesús: veía lo que los demás veían, lo que para ellos era su vida cotidiana, y de los gestos más cotidianos sacaba sus enseñanzas más sublimes sobre la acción de Dios en la historia del hombre, sobre la historia de la Salvación, sobre la verdadera meta-historia.
Y aquí está ahora también, haciendo lo mismo, Jesús en tu vida. Y en la vida de cada hombre. Y en la vida de cada familia. Y en la vida de cada pueblo, de cada ciudad, de cada país, de cada continente, del mundo entero. Ahí está Jesús, ayer, hoy, y siempre.
¿Y qué hace? Sembrar. Jesús siembra, en ti, en mí, en cada ser humano, en cada familia, en cada ciudad…
¿Y qué siembra? Esparce la semilla de su palabra y de sus gestos, que unidos forman la Palabra de Dios, y se convierten en sacramentos de Dios. Esparce su gracia, es decir, su amor. Pero lo hace así: lentamente, esperando a ver como nosotros acogemos desde nuestra libertad su gracia, pero sobreabundando siempre su gracia para que nuestra libertad no termine ahogando su Reino.
Así construye su reino. Y así te pide, me pide, nos pide, que le ayudemos a construirlo: no restaurando una cristiandad del pasado que nunca fue cristiana de verdad, no con la fuerza del poder de este mundo, no desde la imposición, ni siquiera desde la presencia si esta es beligerante y desafiante. Sino desde la siembra. Nos quiere levadura en la masa. Nos quiere sembradores con él de esperanza.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/67205/cat/331/el-poder-de-lo-pequeno.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.biblia.work/blog/que-significa-tener-reverencia-a-dios-estudio-biblico/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/10/25/jesus-siembra-martes-25-de-octubre-de-2022/
Palabra de Vida Mes de Octubre 2022
“Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza».2 Tim 1,7 https://ciudadnueva.com.ar/octubre-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.