https://youtu.be/HvJPtS1HQDg
- Is 58, 9-14
- Sal 85
- Lc 5, 27-32
Al avanzar la Cuaresma y la intensidad de la conversión a la que el Señor nos llama, en la liturgia de hoy el Señor Misericordioso, nos invita a reconocernos pecadores y que caminemos hacia la Salvación que El nos ofrece,
Así, lo podemos apreciar en el texto de Isaías, que nos ofrece una invitación a considerar las necesarias rectificaciones. Y lo hace con una condicional: “cuando alejes de ti”. Se trata de una firme determinación de nuestra parte, ciertamente sostenida por la gracia, de apartar de nosotros, y nosotros abandonar viejas actitudes. ¿Cuáles son? Las señala el profeta: “la opresión, el dedo acusador y la calumnia.” Entrar en el camino cuaresmal hacia la Pascua, sin dejar todo eso, resulta vano e inútil.
No se trata de dejar un vacío, pues si no se desarrollan actitudes humanizadoras, tampoco se avanzará en el correcto sentido de la cuaresma. Por eso junto a alejar, el profeta señala: “Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies el alma afligida…” Ofreces de lo tuyo. Te ofreces tú mismo. Haces tuya la aflicción del que está a tu lado… ¿cuál es la consecuencia?: “brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía.”
La figura del apóstol y evangelista Mateo es muy representativa de quienes podemos llegar a pensar que, por causa de nuestro historial, o por los pecados personales o situaciones complicadas, es difícil que el Señor se fije en nosotros para colaborar con Él; pero no es así, para convertirse, solo es necesario reconocer nuestra debilidad como lo hemos expresado en la Oración Colecta: “ Dios Todopoderoso y eterno, mira compasivo nuestra debilidad y extiende tu mano poderosa para darnos tu protección.” Esta necesidad, reconocida por cada uno, es la que se expresa en el salmo: “Ten compasión de mi…Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Enséñame. Y su enseñanza no es un adoctrinamiento, al que somos los humanos tan propensos, sino que pasa delante de cada uno y viviéndolo El primero, e indicándonos, con su ejemplo, cuál es el camino. De ahí la urgencia de centrarnos en el misterio de Cristo, para que el misterio que es cada uno, se vea iluminado. Ahí aparecerán las nuevas actitudes.
En el texto del evangelio, podemos experimentar como los fariseos y los escribas habían, por así decirlo, creado la “religión de los buenos” en la cual los “malos” debían ser excluidos. Jesús nos presenta otro tipo de religión. Una religión incluyente, en la que están llamados a participar buenos y malos. Y no para que los malos sigan su mal camino, sino para que busquen cambiar su vida y acercarse de una manera definitiva a Dios. Mateo fue una de esas personas que, no siendo un buen Israelita, siendo incluso un traidor a la patria, fue llamado por Jesús, y de este llamado surgió el gran evangelista, amigo y compañero de Jesús.
Jesús nos invita a abrirle las puertas de la fe a los alejados, pues éstos son los que más necesitan del amor y del perdón de Dios, pues como afirma el Papa Francisco: “El amor de Dios recrea todo, es decir, hace nuevas todas las cosas. Reconocer los propios límites, las propias debilidades, es la puerta que abre al perdón de Jesús, a su amor que puede renovarnos en lo profundo, que puede recrearnos.
La salvación puede entrar en el corazón cuando nosotros nos abrimos a la verdad y reconocemos nuestras equivocaciones, nuestros pecados; entonces hacemos experiencia, esa bella experiencia de Aquel que ha venido, no para los sanos, sino para los enfermos, no para los justos, sino para los pecadores.
Experimentamos su paciencia –¡tiene mucha!–, su ternura, su voluntad de salvar a todos. Y ¿cuál es la señal? La señal es que nos hemos vuelto ‘nuevos’ y hemos sido transformados por el amor de Dios. Es el saberse despojar de las vestiduras desgastadas y viejas de los rencores y de las enemistades, para vestir la túnica limpia de la mansedumbre, de la benevolencia, del servicio a los demás, de la paz del corazón, propia de los hijos de Dios. El espíritu del mundo está siempre buscando novedades, pero solo la fidelidad de Jesús es capaz de la verdadera novedad, de hacernos hombres nuevos, de recrearnos.”
Seamos como Cristo, mediadores para que los alejados puedan descubrir el amor y la misericordia del Padre, que vino por los enfermos de este mundo, por los enfermos del corazón y del alma.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=25-02-2023
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/13025/cat/565/no-he-venido-a-llamar-a-los-justos-sino-a-los-pecadores.html#modal
Palabra de Vida Mes de Febrero 2023
Tú eres el Dios que me ve” (cf. Génesis 16, 13) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-02-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.