https://youtu.be/HXCZWx_rc14?si=yMctNouCd87CjmHX
- Is 55, 6-9
- Sal 144
- Flp 1, 20-24. 27
- Mt 20, 1-16
La liturgia de hoy nos invita a reflexionar en que Jesús es bueno y por eso a veces no lo entendemos. Isaías nos habla de un Señor que piensa muy diferente a nosotros y camina por sendas distintas a las nuestras, pero que como nos dice Pablo, nos insta a vivir una vida digna.
En el texto a los Filipenses, San Pablo, prisionero, se siente íntimamente unido al destino de Cristo en su propia experiencia.
Cristo será glorificado en mi cuerpo… La experiencia martirial de la vida cristiana, recibida desde el bautismo, llega ahora en la historia personal de Pablo a un punto de singular dramatismo. Pablo teme por su vida de modo inminente y, en esta situación, exclama que él se encuentra identificado con el destino de Jesús. Por tanto, en vida o en muerte, él vive la experiencia martirial de su Maestro y Señor. La experiencia del Pablo místico se refleja en esta frase lapidaria: “Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí.”. Había predicado siempre el misterio pascual y ahora se hace presente en su vida. Su esperanza se convierte ahora en una realidad a punto de consumarse y coronarse.
El profeta Isaías (Is 55, 6-9) hace una llamada a la conversión (metanoia), es decir, volver al camino correcto, volver por las sendas de la Ley que tiene como meta descubrir la misericordia de Dios. En las palabras del profeta: «Buscad al Señor mientras se deja encontrar, invocadlo mientras está cerca» (v.6), se nos abre la posibilidad de salir al encuentro de Dios, pues Él está cerca y se aproxima a cada persona. La vuelta a Dios es el fin de la conversión. Para eso, es necesario volver nuestro corazón a lo esencial, a aquello que nos da vida y nos aparta de aquello que es accesorio y nos limita en nuestra peregrinación como hijos libres que somos.
”Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor.”
“El Santo Padre nos dice que “nunca se sabe todo sobre Dios, nunca. Tal vez tenemos en la cabeza un Dios poderoso que hace lo que quiere, en vez del Dios humilde y manso, el Dios de la misericordia y del amor, que interviene siempre respetando nuestra libertad y nuestras elecciones.”
Nadie puede decir que conoce a Dios, El es un Misterio. Los caminos de Dios o sus planes son distintos de los nuestros. El llama a todas horas y es que sale a buscar. La llamada es paragógica y la paga también; él llama siempre y la recompensa de acuerdo a lo que necesitamos, no de acuerdo a lo que merecemos y lo hace así porque El es bueno, rico en piedad y en misericordia. Un ejemplo claro de este proceder de Jesús lo tenemos en el ladrón, primer santo del que tenemos conocimiento en la historia, se ganó el cielo por pura misericordia, no por merecimiento..
Creo que es importante no medir con nuestros propios criterios o esquemas morales y religiosos a Dios. El mensaje de Jesús es evidente: igual que el «señor de la viña» da a todos sus trabajadores su «denario», lo merezcan o no, simplemente porque su corazón es grande, Dios no agravia a nadie, sino que ofrece la salvación incluso a quienes, a nuestro juicio, no la merecen. A Dios le importa cada hijo/hija. Él se preocupa de cada uno de nosotros, de manera especial, los postergados, los pobres, refugiados, aquellos que son los últimos en la sociedad.
La frase paradójica: «Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos», rompe nuestro sistema de cálculo mercantilista. Los proyectos de Dios parecen romper nuestros esquemas mentales. Sin embargo, la lógica del Evangelio nos interpela a adentrarnos en la lógica de Dios para renovar nuestra propuesta teologal y descubrir que en realidad aquellos que parecen los últimos son tenidos en cuenta por Dios al igual que tú y yo.
En un mundo en el que los hombres y mujeres están sujetos a profundos debates, Pablo sigue siendo un modelo de realismo y de lealtad a una misión. Hay un criterio que fue válido entonces, lo es ahora y lo será siempre, cuando en las dudas la balanza se inclina a favor del bien del otro, este criterio es válido y auténtico.
El Salmista nos invita a bendecir al Señor eternamente, pues El es compasivo y misericordioso , siempre justo en sus designios y sus obras están llenas de Amor.
Que el Dios de Jesucristo, en quien nuestra fe se encuentra justificada, nos permita abrir nuestro horizonte para descubrir su bondad en cada momento de nuestra vida, en las distintas etapas de nuestra existencia, pero sobre todo en cada hermano que sufre en la pobreza o la marginalidad por causa de la injusticia humana.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada
- Apuntes Homilia Fray Henry. Eucaristía en la Capilla del St Francis.
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/pautas/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/gerardo-sanchez-mielgo/
- https://omnesmag.com/actualidad/papa-francisco-nunca-se-sabe-todo-sobre-dios/
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/#:~:text=Septiembre%202023&text=%E2%80%9CD%C3%ADa%20tras%20d%C3%ADa%20te%20bendecir%C3%A9,(Salmo%20145%2C%202). https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.