?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/5B_Puu7TQOs
- Jer 31, 7-9
- Sal 125
- Heb 5, 1-6
- Mc 10, 46-52
Las lecturas de la liturgia de hoy, nos dice el Folleto de la Misa de cada día, nos permiten contemplar la grandeza de Dios que hace surgir la fortaleza cuando el ser humano se manifiesta en toda su fragilidad.
Jeremías , nos comenta Fray Manuel de Burgos Nuñez O.P. fue un profeta crítico, radical, pero en este caso saca de su corazón la mejor inspiración para poner de manifiesto que de un «resto», de lo que es insignificante, puede resurgir la esperanza, e incluso el antiguo pueblo del norte, Israel, volverá a unirse al del sur, Judá, para juntos emprender un marcha hacia la fuente de agua viva, que es Dios. Desde los cuatro puntos cardinales afluirán hacia una gran asamblea (que no se dice dónde), en la que caben ciegos, cojos, mujeres encinta; es decir, todos están llamados a la esperanza. ¿Por qué? La razón de este oráculo la encontramos al final: “Vendrán todos llorando y yo los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua,por camino llano, sin tropiezos”; porque Dios es un Padre. Esta será también la teología de Jesús. Dios está cerca de los suyos como un padre, algo a lo que no se había atrevido la teología oficial judía. Y la verdad es que mientras no experimentemos a Dios como un padre y como una madre, no entenderemos que creer en Dios tiene sentido eterno.
El salmista nos invita a meditar en todas las cosas buenas que el Señor ha hecho por nosotros, así como las hizo por el pueblo de Babilonia quienes ahora proclaman con alegría con imágenes como las aguas desbordantes y la cosecha de granos que se pudrieron. El regreso, ese regresos que hemos experimentado quienes estamos en el Retiro Virtual de Sanación Interior, ese volver a la vida después del dolor que hemos venido cargando por las heridas y que había llevado a nuestro corazón fracturado a sentir la muerte de la esperanza de una vida mejor y ahora anima la plegaria confiada por la sanación de nuestro corazón a proclamar: “Grandes cosas ha hecho por nosotros el Señor”
La carta a los Hebreos sigue ofreciéndonos la teología de Jesucristo como sumo sacerdote, que es uno de los temas claves de esta carta. Como sacerdote debe ser sacado de entre los hombres. No comienza siendo sacerdote “desde el cielo”, sino desde la tierra, desde lo humano. Y además, este sacerdote “humano”, para introducirnos en lo “divino”, no ofrece cosas extrañas o externas a El, sino su propia vida como “expiación” porque se siente compasivo con sus hermanos y los pecados del pueblo.
En su vida sacerdotal, Jesús, no necesito más que su propia vida para ofrecerla a Dios. Esta es la verdadera solidaridad con sus hermanos los hombres.
En la lectura de hoy, pues, se resalta especialmente que este sacerdote está «entre los hombres», no está alejado de nosotros. Y aquí es donde Jesús es único, porque sabemos que entre los hombres se viven las miserias de pecado. Y está ahí, justamente, para intervenir en favor nuestro, nunca estará contra nosotros. Está ahí para disculparnos, para explicar nuestras debilidades, para defendernos contra toda arrogancia. Estando entre nosotros, percibe mejor que nadie que muchas veces nos equivocamos por ignorancia o por debilidad. Esta tarea de Cristo como Sumo Sacerdote viene a poner de manifiesto que no era así en las instituciones del pueblo judío y que los sacerdotes hicieron todo más difícil para el pueblo alejándose de él. Sabemos que los sacrificios son signos y símbolos de lo que se busca y de lo que se tiene en el corazón, y es ello lo que Jesús (que recibe esta misión de Dios) realiza ante Dios por nosotros.
Y el evangelio, nos explica Mario Hachito, párroco de Jericó, desde Tierra Santa, que una de las enseñanzas que encontramos en Jerícó, es precisamente la Sanación del Ciego Batimeo. Este era un hombre segregado, la gente le dice que se calle, que deje de molestar, símbolo de la mentalidad humana.
En cambio Jesús, se detiene, lo escucha y se dirige a él. La pregunta que nos debemos hacer es ¿por qué se detiene Jesús cuando escucha los gritos del ciego? Porque el ciego representa la humanidad pecadora y débil, y con sus gritos, toca la Misericordia de Dios. Dios jamás rechaza a quien busca su Misericordia.
El ciego fue iluminado interiormente, mientras que la multitud que le rodeaba quedaba ciega. Nuestra fe nunca se debe apagar por problemas externos.
Cuando Jesús pregunta ¿qué quieres de mí? No se estaba refieriendo al ciego, se estaba refieriendo a la multitud que era la que estaba ciega. Y a los discipulos les dijo ¡Tráiganlo! Jesús hizo esos mismos gestos otras veces, como con la suegra de Pedro que la tomó de la mano. En este caso les pide a quienes están alrededor que ellos sean los que traigan al ciego, porque el ciego ya tenía visión de la fe, su grito era “Hijo de David, sálvame”.
La multitud estaba inquieta, este es el mundo que no quiere molestar a Dios, en cambio el ciego grita y grita porque sabe que Dios escucha.
Había pues dos tipos de ciegos: Bartimeo que no veía con los ojos y lo que no veían con el alma.
Este ciego con la oración y la fe, es capaz de seguir adelante y seguir entre la multitud albando y glorificando a Dios.
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p align=”justify”>“Bartimeo, nos indica el Papa Francisco, es un hombre perseverante. Alrededor de él había gente que explicaba que implorar era inútil, que era un vocear sin respuesta, que era ruido que molestaba y basta, que por favor dejase de gritar: pero él no se quedó callado. Y al final consiguió lo que quería. La fe, como hemos visto en Bartimeo, es un grito; la no fe es sofocar ese grito. Más fuerte que cualquier argumento en contra, en el corazón del hombre hay una voz que grita e invoca. Todos tenemos esta voz dentro. Una voz que brota espontáneamente, sin que nadie la mande, una voz que se interroga sobre el sentido de nuestro camino aquí abajo, especialmente cuando nos encontramos en la oscuridad: «¡Jesús, ten compasión de mí! ¡Jesús, ten compasión de mi!». Hermosa oración, ésta.”
Palabra de Vida Mes de Octubre 2021
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.