https://youtu.be/KM4jXSSwK_E
- 2 Sam7, 1-5. 8-12. 14. 16
- Sal 88
- Lc 1, 67-79
Hoy es el último día de Adviento, esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad; hoy debemos despertar del adormecimiento que nos tiene sumidos en tinieblas para recibir la salvación que Dios nos concede , por eso desde lo más profundo de nuestro corazón nace el deseo expresado en la oración Colecta: ¡apresúrate, Señor Jesús, no tardes más! Ven a iluminar a los que yacen en las tinieblas y en las sombras de la muerte, como nos indica la aclamación del Evangelio.
El texto de la primera lectura, Nos narra acerca del deseo de David de construir un templo al Señor. La respuesta del profeta Natán es inmediata: “Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo” (v. 3). Pero la propuesta de David, va a ser rechazada por Dios que propone una alternativa diferente. Esa misma noche, Natán recibe la palabra del Señor. En su larga intervención trata dos temas distintos, que se complementan. La primera parte supone un rechazo de la construcción del templo, aludiendo a que Dios nunca se ha quedado en un espacio concreto. En la segunda parte del oráculo, Dios recuerda los beneficios pasados a David y le habla del gran beneficio futuro: “Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí; tu trono durará para siempre”.
La palabra clave del párrafo es el término bayit, que en hebreo tiene un doble significado: casa (templo) y familia (dinastía). David ha querido construir una bayit (templo) al Señor, será Dios el que construya una bayit (dinastía) a David. La promesa a David y a su descendencia es incondicional.
En el texto del evangelio, Dios nos dice, por boca de Zacarías, que ha visitado y redimido a su pueblo. De nuevo este cántico nos invita a reflexionar en lo importante que es la conciencia histórica de la salvación. Pensemos por unos momentos que el mismo Dios ha visitado nuestra tierra, nuestra vida, nuestras propias casas.
Si tuviésemos la visión sobrenatural de los hechos que muestra Zacarías en el Canto del Benedictus, viviríamos con alegría y esperanza de una manera estable.
«El Señor ya está cerca; el Señor ya está aquí». El padre del precursor es consciente de que la venida del Mesías es, sobre todo, luz. Una luz que ilumina a los que viven en la oscuridad, bajo las sombras de la muerte, es decir, ¡a nosotros! ¡Ojalá que nos demos cuenta con plena conciencia de que el Niño Jesús viene a iluminar nuestras vidas, viene a guiarnos, a señalarnos por dónde hemos de andar…! ¡Ojalá que nos dejáramos guiar por sus ilusiones, por aquellas esperanzas que pone en nosotros!
Jesús es el “Señor” (cf. Lc 1,68.76), pero también es el “Salvador” (cf. Lc 1,69). Estas dos confesiones (atribuciones) que Zacarías hace a Dios, tan cercanas a la noche de la Navidad, siempre me han sorprendido, porque son precisamente las mismas que el Ángel del Señor asignará a Jesús en su anuncio a los pastores y que podremos escuchar con emoción esta misma noche en la Misa de Nochebuena. ¡Y es que quien nace es Dios!
Por otro lado en la celebración litúrgica de la Natividad del Señor con la que los cristianos centramos la fiesta de este día en la noche en torno a la Nochebuena, los mensajes se centran en la esperanza que ha iluminado el corazón de los seres humanos y que los ha mantenido de pie frente a la oscuridad, como una promesa de que todo cuanto no funciona en la humanidad y en el mundo no tienen la última palabra sobre la realidad, la esperanza de todo lo que el ser humano anhela y sueña que debería ser su vida y su mundo, la promesa de la plenitud de la vida de los hombres y mujeres de la historia, se cumple hoy. Nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor, y nos trae la Salvación. Hoy en la Nochebuena, se alcanza la esperanza de plenitud y sentido del hombre soñada a través de los tiempos, y lo hace con un niño envuelto en pañales y nacido en un pesebre porque no había sitio en la posada para El. Ahí llega la plenitud de los tiempos, cuando Dios envió a su Hijo a la tierra y nos ha nacido el Mesías, El Salvador.
El Papa Francisco en su mensaje hace dos días, expresó, os deseo serenidad ante todo: serenidad para cada uno de vosotros y para vuestras familias”. Serenidad no significa que todo esté bien, que no haya problemas, ni dificultades, no, no significa esto. La Sagrada Familia de Jesús, José y María nos lo muestra”, explicó.
A continuación, el Papa recordó la difícil situación por la que pasaron María y José cuando no encontraban un sitio donde alojarse.
Sin embargo -dijo el Papa-, en el corazón de María y José había una serenidad subyacente, que venía de Dios, venía del conocimiento de estar en su voluntad, de buscarla juntos, en la oración y en el amor mutuo”.
“Esto es lo que os deseo: que cada uno de vosotros tenga fe en Dios y que en vuestras familias exista la sencillez de confiar en su ayuda, de rezarle y darle gracias”, señaló.
Más tarde, el Papa Francisco dijo que “en este momento de la historia del mundo, estamos llamados a sentir una mayor responsabilidad para poner cada uno de nuestra parte en la construcción de la paz.
En esta línea, el Papa invitó a los presentes a evitar “hablar mal de los demás a sus espaldas”.
“Si sólo hiciéramos esto, ¡seríamos creadores de paz en todas partes! Si algo va mal, hablemos directamente con la persona afectada, con respeto, con franqueza. Seamos valientes”, pidió.
Mañana es Navidad y es bueno que reflexionemos desde ya que esta celebración no es simplemente una fiesta sino un acontecimiento salvífico de Dios, que tiene que ser parte de nuestra propia historia. Dios nos visita, para darnos el verdadero sentido de la vida, del amor, del trabajo; para sacarnos de las tinieblas del pecado, del consumismo, de nuestro propio egoísmo que nos cierra y que nos impide darnos cuenta de lo importante que es Aquél que también camina conmigo.
La Navidad es la celebración de la luz que hoy hay en nuestros corazones, y que hace que la vida sea totalmente distinta. Dentro de lo agitado que pueda ser ese día, démonos unos momentos para hacer conciencia en nosotros, este paso de Dios en nuestra vida, busquemos en nuestro corazón esta luz, démonos cuenta que Dios verdaderamente, a lo largo de nuestra vida, ha hecho historia en nosotros y en nuestra familia.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=24-12-2022
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/24-12-2016/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-francisco-desea-a-las-familias-la-misma-serenidad-de-maria-y-jose-53921
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2022
“Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna” (Isaías 26, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Dciembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.