https://youtu.be/XvJ6zjQqrB8
- Hch 6, 8-15
- Sal 118
- Jn 6, 22-29
En la liturgia de hoy, el Señor nos enseña que nuestro principal objetivo debe ser el de esforzarnos por la salvación de nuestra alma y para ello, nos pide debemos creer en El, como lo hizo por ejemplo Esteban de quien nos habla la primera lectura, que había quedado seducido por Jesús y su buena noticia y eso era lo que predicaba. Algunos judíos discutían con él para hacerle callar y que no siguiese haciéndolo, “pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba”. Y, por eso, recurrieron a intrigas, insidias, falsos testigos, persecuciones, amenazas de muerte, pero no consiguieron su objetivo. Esteban siguió predicando porque para él Jesús era su vida, su tesoro y la mejor noticia que podía ofrecer a sus oyentes.
Desgraciadamente, las divisiones que han existido, y que aún existen en la Iglesia, han sido motivo para calumniar, herir, desterrar e incluso llegar a matar aquellos que no profesan la fe de la misma manera. Las luchas religiosas en todo el mundo lo único que han dejado es hambre, miseria, muerte, desolación y, sobre todo, grandes heridas en el corazón de los creyentes. ¿La causa?, que no dejamos que Dios arregle las cosas, sino que las queremos arreglar nosotros, y de esta manera el odio solo engendra más odio.
Por eso el Salmista nos insta a pedirle al Señor. “Dame nueva luz para conocer tu ley y para meditar las maravillas de tu amor. Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad…”
Hoy, en el Evangelio proclamado, la multitud se ha desplazado hacia Jesús. ¿Por qué? Es la pregunta que hace Jesús afirmando: «Vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado» (Jn 6,26). Jesús no se engaña. Sabe que no han sido capaces de leer las señales del pan multiplicado. Les anuncia que lo que sacia al hombre es un alimento espiritual que nos permite vivir eternamente (cf. Jn 6,27). Dios es el que da ese alimento, lo da a través de su Hijo. Todo lo que hace crecer la fe en Él es un alimento al que tenemos que dedicar todas nuestras energías.
Entonces comprendemos por qué el Papa nos anima a esforzarnos para re-evangelizar nuestro mundo que frecuentemente no acude a Dios por los buenos motivos. En la constitución “Gaudium et Spes” (“La Iglesia en el mundo actual”) los Padres del Concilio Vaticano II nos recuerdan: «Bien sabe la Iglesia que sólo Dios, al que ella sirve, responde a las aspiraciones más profundas del corazón humano, el cual nunca se sacia plenamente con solo los alimentos terrenos». Y nosotros, ¿por qué continuamos siguiendo a Jesús? ¿Qué es lo que nos proporciona la Iglesia? ¡Recordemos lo que dice el Concilio Vaticano II! ¿Estamos convencidos del bienestar que proporciona este alimento que podemos dar al mundo?
“La obra que Dios quiere es esta, que creáis en el que ha enviado», nos dice ala frase final del Evangelio. No tenemos que preocuparnos por demasiadas cosas: por creer, y por dar gratis lo que hemos recibido gratis. La gracia del Señor acompañará y hará el resto.
Con Jesús se vive mejor. Ayudados por este evangelio, también nosotros, purificando nuestras intenciones, nos debemos preguntar qué vamos buscando en Jesús.
¡Felices Pascuas de Resurrección!
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/04/24/la-obra-que-dios-quiere-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=24-04-2023
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Abril 2023
“ Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra.” (Col 3,2) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.