https://youtu.be/u0ffKTX6uxk
- Hch 19, 1-8
- Sal 67
- Jn 16, 29-33
El Señor nos pregunta hoy en la liturgia, como a los discípulos ¿de verdad creen? Con lo que busca calmar el entusiasmo inicial ante encuentros maravillosos con el Señor y enfrentarnos así, con la verdad. No es una reprensión, sino una amable advertencia. Quiere que nos demos cuenta de que nuestra fe no es tan fuerte como creemos. Y es que es un error usual en que caemos, creer verdaderamente en lo que Él es, pero esto no es cierto, porque a la mayor brevedad lo abandonamos y hasta traicionamos por falsas seguridades, dejándolo estrictamente solo.
También como a algunos discípulos, Jesús, en el texto de los Hechos de los Apóstoles nos pregunta ‘¿recibísteis el Espíritu Santo al abrazar la fe?’; y ya escuchamos la respuesta. No habían sido suficientemente evangelizados. Sólo habían recibido el bautismo de Juan. Pablo los evangeliza, les explica con detenimiento y les impone las manos. ‘Bajó sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar’. Daban las señales de la acción del Espíritu Santo en ellos.
‘Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo’, una respuesta que sería muy triste si eso sucediera entre nosotros. Pero hemos de reconocer que en una inmensa mayoría de nuestros cristianos sucede algo semejante. Por el Bautismo todos nos hemos convertido en templos del Espíritu, y al recibir el Sacramento de la Confirmación se ha recibido como don especial al Espíritu Santo que confirma nuestra fe, completa nuestra iniciación cristiana y nos convierte en testigos y apóstoles de Cristo, de su santo nombre.
Pero quizá muchos no son realmente conscientes de lo que significa el Espíritu Santo en la vida del cristiano y en la vida de la Iglesia. Algunas veces por lo que uno ve por ahí pareciera que se convierte en una devoción más para nuestra vida, como le podamos tener devoción a este santo o a cualquier otro. No puede ser una simple devoción. Es Dios mismo, es la tercera persona de la Santisima Trinidad, Dios con el Padre y con el Hijo, que habita en nosotros y nos llena de la gracia y de la vida divina.
Si fuéramos más conscientes de cómo a partir de nuestro bautismo nos hemos convertido en templos del Espíritu Santo, es decir, en verdadera morada de Dios que habita en nosotros, nuestra vida sería más santa. ¿Cómo podríamos compaginar una vida de pecado con la presencia de Dios en nosotros?
Conscientes de la fuerza del Espíritu Santo sentimos su fortaleza en nuestra lucha contra el mal y contra el pecado. Con la fuerza del Espíritu divino en nuestro corazón tendríamos la valentía y el coraje de ser verdaderos testigos de Cristo para anunciarlo con nuestra palabra y nuestra vida. Con la luz y la fuerza del Espíritu de Dios podremos llegar a un conocimiento más hondo y más profundo de Dios para amarle más, para reconocer y sentir a Jesús presente en nuestra vida en tantas señales que nos da de su presencia, para ser más auténticos discípulos de Jesús, para descubrir también por donde ha de discurrir nuestra vida cristiana.
“Tengan valor, yo he vencido al mundo”, concluye el Señor en el evangelio. Y nosotros podemos también vencerlo con la ayuda del Espíritu Santo. Dios mismo es la garantía de que podemos vivir realmente como auténticos cristianos y vencer al mundo, vencer nuestras tentaciones y todos los obstáculos que se presentan en nuestra vida.
Y el Papa Francisco nos explica que “no se puede ser cristiano, sin trabajar continuamente para ser justos. Una cosa que nos ayudaría mucho sería preguntarnos si ¿creo o no creo? Si creo un poco y un poco no. ¿Soy un poco mundano y un poco creyente?
Sin fe no se puede seguir adelante, no se puede defender la salvación de Jesús. Necesitamos el escudo de la fe, porque el diablo no nos lanza flores sino flechas en llamas para matarnos. Hay que tomar el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Los invito a rezar constantemente, a velar con oraciones y súplicas.
Pidamos con la Oración Colecta al Señor que descienda sobre nosotros la fuerza del Espiritu Santo, para que podamos cumplir fielmente la voluntad de Dios y manifestarla con una vida Santa.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=22-05-2023
- https://es.catholic.net/op/articulos/17367/cat/566/yo-he-vencido-al-mundo.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://la-semilla-de-cada-dia.blogspot.com/2011/06/recibisteis-el-espiritu-santo-al.html
Palabra de Vida Mes de Mayo 2023
“ Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2023/04/PV-05-2023_doble.docx
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.