?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Sam 1, 67. 10-13
- Sal 22
- Ef 5, 8-14
- Jn 9, 1-41
Somos invitados en este IV domingo de Cuaresma y en esta particular época de crisis y aislamiento, a vivir más allá de nuestros propios criterios y a abrirnos a los de Dios, a confiar, a tener fe, a mostrar nuestra caridad, nuestra obediencia y nuestra solidaridad. Así nos invita la Oración Colecta “con generosa entrega y fe viva”, porque caminar hacia la Pascua implica preparación. Como nos dice el padre Yepes , ‘reconocer que el Misterio de la Cruz, el Misterio del Dolor, nos iguala a todos y nos lleva a pensar en nuestra contingencia y caridad humana y, cómo solo en la mirada horizontal entramos en comunión.
Esta es una oportunidad privilegiada para compartir plenamente en el seno de las familias, para tocarnos con el alma al practicar un dialogo mas profundo, una comunicación más viva, una comunión más plena con nuestros seres queridos, compartir con ellos en otro plano, conocernos y reconocernos, vivir más intensamente nuestras relaciones de familia.
Identifiquémonos con el ciego del que nos habla el evangelio de hoy, muchos hemos estado ciegos, deslumbrados por las luces del mundo, del consumismo, de la prisa, de las activimismo. No hemos sido capaces de ver las manifestaciones del Señor en nuestro diario vivir, para eso no hemos tenido tiempo.
Esta es una oportunidad, también para no caer en egoísmos, en actitudes irresponsables, en cerrarnos y encerrarnos en nuestros caprichos. No se trata pues de caer en actitudes farisaicas.
Comenta el Papa Francisco: …”Los doctores de la ley hacen todo lo posible por negar la evidencia. Ponen en duda la identidad del hombre curado; después niegan la acción de Dios en la curación, tomando como pretexto que Dios no obra el sábado; llegan incluso a dudar que aquel hombre hubiese nacido ciego…Tantas veces una buena acción, una obra de caridad origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad..“
Se trata mas bien en como nos enseña la primera lectura, en aprender a ver como ve Dios.; ‘yo no juzgo como juzgan los hombres. El hombre se fija en las apariencias, pero el Señor se fija en el corazón”.
Esto será posible si, y solo si, dejamos las actitudes farisaicas y nos proponemos vivir como nos sugiere la segunda lectura, vivan como hijos de la Luz. Los frutos de la Luz son la bondad, la santidad y la verdad. Y al final nos exhorta: “…Despierta tu que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz”
Reflexionar, entonces, en nuestras actitudes hacia mi esposo(a), hacia mis hijos, mis papas, mis hermanos, o aquellos que se están quedando sin trabajo, los indigentes, los migrantes, etc, y que esta reflexión nos lleve a la solidaridad, a la caridad.
Sigue ilustrándonos el Papa Francisco: …Este es un relato del Evangelio que hace ver el drama de la ceguera interior de tanta gente: también nuestra gente ¿eh?, porque nosotros tenemos, algunas veces, momentos de ceguera interior.
Nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, que se ha abierto a Dios y a la gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor!
Hoy estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos.
Para ello el Salmista nos insta a confiar en la fuerza y en la ternura de Dios que viene a nosotros como luz y salvación. “El Señor es mi pastor nada me faltará… aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque tu estás conmigo…Tu bondad y Misericordia me acompañan todos los días de mi vida…”
Terminamos hoy como el ciego ante el Señor: “Creo Señor y postrándose lo adoro“.
Mes de Marzo
Intención de oración universal
Recemos por la Iglesia de China.
Recemos para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad.
Palabra de Vida .
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.” (Mateo 7, 12)
Esta Palabra nos impulsa a ser creativos y generosos, a tomar la iniciativa, a tender puentes hacia quien no es nuestro amigo, como Jesús mismo hizo. Nos exige la capacidad de salir de nosotros para ser testigos creíbles de nuestra fe.
Perseverando veremos cambiar el mundo a nuestro alrededor poco a poco. Comprenderemos que el Evangelio comporta la vida más fascinante, enciende la luz del mundo, le da sabor a la existencia, tiene en sí el principio de la resolución de todos los problemas. No descansaremos hasta poder comunicar nuestra extraordinaria experiencia a otros: a los amigos que pueden comprendernos, a los parientes, a todo aquel que sintamos poder ofrecerla. Renacerá la esperanza”.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.