https://youtu.be/kZdyCgMZ5PI
- Cant 3, 1-4; o bien, 2 Cor 5, 14-17
- Sal 62
- Jn 20, 1-2. 11-18
Hoy celebramos la Fiesta de Santa María Magdalena y la liturgia nos deja un claro mensaje de cuanto amó esta santa a Jesus y con cuanta valentía, alegría y disposición va a anunciar, como se lo indica el Maestro, a los discípulos la noticia de la Resurrección del Señor. Por eso se le ha considerado una evangelizadora.
Quisiera referirme al significado del decreto por el que María Magdalena será “festejada” litúrgicamente como el resto de los apóstoles. El arzobispo Arthur Roche, Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, explica: “La decisión se inscribe en el contexto eclesial actual, que requiere una reflexión más profunda sobre la dignidad de la mujer, la nueva evangelización y la grandeza del misterio de la misericordia divina. San Juan Pablo II dedicó una gran atención no sólo a la importancia de la mujer en la misión de Cristo y de la Iglesia, sino también, y con especial énfasis, al papel especial de María Magdalena como primera testigo que vio al Resucitado y primera mensajera que anunció a los apóstoles la resurrección del Señor. La Iglesia, hoy en día, prosigue resaltando esta importancia – manifestada en el compromiso de una nueva evangelización -y quiere acoger sin distinción, hombres y mujeres de cualquier raza, pueblo, lengua y nación,para anunciarles la buena noticia del evangelio de Jesucristo, acompañarlos en su peregrinación terrena y ofrecerles las maravillas de la salvación de Dios. Santa María Magdalena es un ejemplo de evangelización verdadera y auténtica, es decir, una evangelista que anuncia el gozoso mensaje central de Pascua!.
“El Santo Padre Francisco ha tomado esta decisión precisamente en el contexto del Jubileo de la Misericordia para destacar la importancia de esta mujer que mostró un gran amor por Cristo y fue muy querida por Cristo.
El arzobispo aprovecha la ocasión para evidenciar dos ideas inherentes a los textos bíblicos y litúrgicos de la nueva fiesta, que contrirbuyen a comprender mejor la importancia actuala de una santa como María Magdalena.
“Por una parte -afirma- tuvo el honor de ser “el primer testigo” de la resurrección del Señor, la primera en ver la tumba vacía y la primera en escuchar la verdad de su resurrección. Cristo tiene una consideración y una compasión especial por esta mujer, que manifiesta su amor por él, buscándolo en el huerto con angustia y sufrimiento, con “lacrimas humilitatis”, como dice San Anselmo. En este sentido, me gustaría señalar el contraste entre las dos mujeres presentes en el jardín del paraíso, y en el jardín de la resurrección. La primera difundió la muerte allí donde había vida; la segundo anunció la Vida desde un sepulcro, un lugar de muerte… Además, en el jardín de la resurrección es donde el Señor dice a María Magdalena: “Noli me tangere”. Es una invitación no sólo a María, sino también a toda la Iglesia, a entrar en una experiencia de fe que sobrepasa todo apropiación materialista y comprensión humana del misterio divino. ¡Tiene un alcance eclesial! Es una buena lección para todos los discípulos de Jesús: no buscar seguridades humanas ni títulos mundanos sino la fe en Cristo vivo y resucitado”.
“Precisamente porque fue testigo ocular de Cristo resucitado fue también, por otra parte, la primera en dar testimonio delante de los apóstoles. Cumplió con el mandato del Resucitado: “Vé donde mis hermanos y diles: “… María de Magdala fue a anunciar a los discípulos: ” He visto al Señor “y “lo que El le había dicho”. De este modo se convierte, como ya se ha señalado, en evangelista, es decir, en mensajera que anuncia la buena nueva de la resurrección del Señor; o como decían Rabano Mauro y Santo Tomás de Aquino, en “apóstola de los apóstoles”, porque anunció a los apóstoles aquello que, a su vez, ellos anunciarán a todo el mundo. Con razón el Doctor Angélico utiliza este término aplicándolo a María Magdalena: es un testigo de Cristo resucitado y anuncia el mensaje de la resurrección del Señor, al igual que los otros apóstoles. Por lo tanto –finaliza mons. Roche- es justo que la celebración litúrgica de esta mujer tenga el mismo grado de festividad que se da a la celebración de los apóstoles en el calendario romano general y que se significado del decreto por el que María Magdalena será “festejada” litúrgicamente como el resto de los apóstoles“
Por esto que acabamos de reflexionar podremos entender el por qué, en la liturgia de este día, el tema central es el Amor; un tema de siempre, resaltado en el mensaje de Jesús de Nazaret.
El amor expresado bellamente en el texto del Cantar de los Cantares, como ansia de la amante que despierta del sueño, del descanso, en la búsqueda del amado, es “el amor de su alma”.
O en el texto a los Corintios, en el que nos encontramos con la conocida y reiterada y terminante expresión del Apóstol: “Nos apremia -o nos urge- el amor de Cristo”. ¡He ahí nuestro amado, que ha de hacernos suyo, y nosotros hemos de hacer nuestro! Aunque haya que buscarlo superando cansancios, comodidades de lecho y en medio de la oscuridad.
El texto añade algo que es de interés. La figura de María Magdalena, no es fácil de identificar entre las diversas “marías” del evangelio, la mayoría juzgadas pecadoras públicas; pues bien, no se debe olvidar lo que nos dice el texto: “ya no valoramos a nadie por criterios humanos”.
El salmo resume el mensaje de las lecturas previas: “Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío”. Hasta poder decir: ““mi alma está unida a ti y tu diestra me sostiene”.
Y en el evangelio, aparece claramente que «creer es escuchar y, al mismo tiempo, ver (…)». En aquel amanecer, María Magdalena arriesga por su Amor, oye a su Amor (le basta escuchar «María» para re-conocerle) y conoce al Padre.
Afirma el Papa Francisco: “En la mañana de la Pascua (…), a María Magdalena que ve a Jesús, se le pide que lo contemple en su camino hacia el Padre, hasta llegar a la plena confesión: ‘He visto al Señor. “
Es magnífico que María sea considerada por los escritores santos la primera testigo y predicadora del triunfo de Jesús sobre la muerte. De su presencia viva al lado de Dios Padre. Cierto que, precisamente por ser una mujer, algunos discípulos dudaron de la veracidad de su palabra. Solo cuando Pedro y otros atestiguaron lo que María había dicho se creyó en la resurrección de Cristo. Circunstancia que da qué pensar.
Testimonio válido de la resurrección es el amor, el compromiso afectivo, de todo el ser con la persona y causa de Jesús. Sea quien sea, hombre, mujer, jerarquía o pueblo sencillo.
Entonces: ¿Cómo nos vemos cada uno para que podamos ser testigo de que Jesús, está vivo; y su palabra, su causa siguen vigentes?
¿Cuál es la dimensión de nuestro amar?
Concluyamos con la Oración Colecta, pidiéndole la intercesión a Santa María Magdalena para que, siguiendo su ejemplo, anunciemos a Cristo Resucitado y merezcamos contemplarlo reinando en el Cielo.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.”. Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2016/06/10/apostol.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.