https://youtu.be/E30gpsEovmE
- Jl 2, 12-18
- Sal 50
- 2 Cor 5,20-6, 2
- Mt 6, 1-6. 16-18
Cuaresma es un tiempo de gracia que Dios nos concede como un regalo. La liturgia nos invita a ir dejándonos envolver por esta experiencia de verdadera preparación para la Pascua.
La reforma litúrgica del Vaticano II ha querido dar un enfoque nuevo a la espiritualidad y a la penitencia cuaresmal. Para ello se han introducido nuevos textos de oración y se han modificado muchos de los antiguos. Todas estas modificaciones reflejan un nuevo enfoque espiritual de la Cuaresma. No es tanto la penitencia corporal lo que interesa subrayar cuanto la conversión interior del corazón. Los textos bíblicos, extraídos muchos de ellos de la literatura profética, orientan la actitud cuaresmal de cara a una profunda purificación del corazón, “enluten su corazón y nos sus vestidos”, nos dice el profeta Joel; y de la misma vida de la Iglesia.
La conversión es, regresar a Dios, como el hijo pródigo que, después de experimentar la miseria que produce el pecado en el corazón humano, deja que el amor misericordioso del Padre sane sus heridas y lo restablezca como hijo querido. Cuaresma, en definitiva, es un camino a recorrer que se presenta como una nueva oportunidad para avanzar y crecer en la santidad. ¡Aprovéchalo!
El salmo 50 atribuido al rey David, nos va llevando poco a poco para descubrir quiénes somos, qué significa nuestro pecado, a quién hemos ofendido y qué esperamos en este día.
El miedo de nosotros mismos, la terrible convicción de que hemos vuelto a caer, nos hacen temer. Pero el salmo nos alienta y nos levanta: si hay verdadero arrepentimiento, el Señor lavará y purificará nuestros delitos; a lo que está podrido le dará nueva salud; y a lo que parece muerto le dará nueva vida. Nos hundimos en nuestras cenizas, pero Dios es más grande que nuestras miserias y nos da un corazón nuevo.
Y es que su Misericordia es tan grande que como nos dice San Pablo, “Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo “pecado”, por nosotros, para qué modos a El, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos.” Cristo es el medio por el cual el Padre se reconcilia con la humanidad, pero los discípulos reciben la encomienda de administrar ese regalo preciado e invaluable, los seguidores del Cristo son testigos y portavoces de la cancelación de los pecados. Dios nos conmina hoy a dejarnos reconciliar con él, a aceptar en nuestros corazones que su amor lo puede todo, que nada nos separa de él más que nuestra propia y consciente decisión.
Jesús, a través de Mateo relee las tres obras de piedad previstas en la ley mosaica: oración, limosna y ayuno. ”A lo largo del tiempo estas prescripciones habían sido corroídas por el formalismo exterior e incluso se habían transformado en un signo de superioridad social. …”afirma el Papa Francisco.
Se nos pide hoy entrar en nuestro mundo de intenciones para descubrir si hay alguna práctica no adecuada con el mensaje de hoy y ponernos en camino de conversión. “Dame, Señor un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme”
Se nos invita al comienzo de esta cuaresma, a “hablar con el Padre que está en lo profundo de nuestro corazón” a encontrarnos con El a través de nuestra oración comunitaria o personal, a mirar a nuestro alrededor, a lo más débil y necesitado porque allí también está Dios. “Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27).
Se nos invita también a dar, a tener una mirada solidaria, a dar ¿qué? Dar de nuestro dinero, dar de nuestro tiempo, dar de nuestra alegría, dar de … para que no exista tanta desigualdad, para que el otro se sienta un poco menos sólo, un poco más querido dar ¿qué? La llamada de Jesús es personal, la respuesta también.
Y por último se nos invita a ayunar. Y es importante tener un sentido de disciplina frente a lo que instintivamente nos apetece. Ayunar de todo aquello que puede lastimar a otra persona, de lo que pueda lastimarme a mí. El ayuno no se refiere sólo a la comida, aunque también, pero, los dietistas también lo recomiendan y este es un ayuno que Jesús lo retoma para darle su verdadero significado.
Señor, al iniciar este camino cuaresmal, ayuda nuestra fragilidad, fortalece nuestra voluntad para vivir la Pascua, experiencia de encuentro con el Resucitado con un espíritu “en forma”. Te lo pedimos Señor. Ven en ayuda de nuestra fragilidad.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=22-02-2023
- https://es.catholic.net/op/articulos/68434/cat/51/misericordia-senor-hemos-pecado.html#modal
- https://arquidiocesismexico.org.mx/wp-content/uploads/2022/03/SUBSIDIO-HOMILIA-4%C2%B0-CUARESMA-CICLO-C_27-MARZO-2022.pdf
Palabra de Vida Mes de Febrero 2023
Tú eres el Dios que me ve” (cf. Génesis 16, 13) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-02-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.