?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Mi 6, 1-4. 6-8
- Sal 49
- Mt 12, 38-42
Hoy la gente quiere agradar a Dios únicamente con prácticas religiosas, muchas de las cuales dada la actitud, resultan vacías y estériles como ocurría en el siglo VIII a.C., cuando ha predicado Miqueas. En los últimos versículos nos dice que lo que realmente agrada al Señor es que practiquemos la justicia, que no es otra cosa que amar a nuestros semejantes; que amemos la lealtad, esto es que cumplamos con nuestros compromisos en todos los ámbitos (con el cónyuge, los hijos, los padres, los amigos, el trabajo) y que seamos humildes con Dios, esto es que amemos realmente al Señor y lo reconozcamos verdaderamente como el Señor de nuestra vida.
Une a tus prácticas religiosas el amor y de esta forma tu relación con Dios y con los demás crecerá, por eso el salmista nos invita precisamente a darle gracias mediante el cumplimiento de su Voluntad.
Hoy en día, nosotros, igual que los escribas y fariseos, busca de Jesús una señal prodigiosa, para creer: “Señor sana a mi hijo”, “Señor, que consiga un buen trabajo”, “Señor, …”.
Lo triste del asunto es que después de recibir la señal, no bastándonos la prueba y señal eclatante de su resurrección, la respuesta de fe de muchos de nuestros cristianos es insignificante. ¿Cuántas veces hemos recibido lo que hemos pedido? Y, ¿cómo ha sido nuestra respuesta después de haberlo recibido? Después de que Jesús nos ha dado la muestra de su amor, la fe no se desarrolla. Por unas semanas vamos a misa o hacemos algo más de lo que hacíamos, pero rápidamente se nos olvida y la conversión no crece, no madura.en día, todavía nuestra generación busca de Jesús una señal prodigiosa para creer: “Señor sana a mi hijo”, “Señor, que consiga un buen trabajo”, “Señor, …”.
Qué nos lleva a actuar de esta manera? El padre Yepes en el audio nos da tres razones:
- El racionalismo y el materialismo con que se vivinos hoy, hace que dudemos de aquello que no es cuantifícale, aquello que es Espíritu tu al y trascendental.
- La realidad del pecado en que vivimos que hace que el corazón se haga ciego y torpe para reconocer las gracias que Dios derrama sobre nuestra vida.
- Dureza de corazón, por las razones antes expuestas, entonces vemos lo que queremos ver y no el misterio que Dios nos revela.
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Afirma el Papa Francisco, “…El signo que Jesús promete: contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos… es su perdón a través de su muerte y de su resurrección. El signo que Jesús promete es su misericordia, la que ya pedía Dios desde hace tiempo: “misericordia quiero, y no sacrificios”. Así que el verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo.“
Palabra de Vida Mes de julio
«Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt12, 50
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.