- Jer 17,5-8
- Sal 1
- 1 Cor 15,12. 16-20
- Lc 7, 17. 20-26
Hoy la liturgia nos habla de la importancia del ejemplo para ejercer autoridad, no así la incoherencia. Poder ver como la mayor dificultad que tienen en la sociedad quienes lideran, es la de mantener comportamientos coherentes y alineados con las expectativas de quienes le observan y califican en su actuación diaria. Así le pasaba a muchos en la época en que Jesús les enseñaba y nos sigue ocurriendo a muchos de nosotros hoy.
La primera lectura nos hace reflexionar acerca de que los caminos de Dios son más altos que los nuestros Nunca entenderemos la forma como Dios trabaja. No sabemos si Dios nos está dando esperanza o está aumentando aún más nuestra crisis.
La gente a la que se dirige Ezequiel, estaba en cautiverio, de repente Dios les presenta una visión de prosperidad. Podemos, entonces sacar dos conclusiones; ¡Hay un camino de prosperidad y Dios me librará de esta situación! O quizás quejarse; ¿Por qué Dios permitió que yo estuviese en esta situación? El camino hacia Dios no siempre es fácil, pero vale la pena el esfuerzo, pues el verdadero creyente, debe ansiar ese momento cuando el nombre de Dios sea glorificado finalmente de una vez y para siempre.
El nuevo templo del que se nos habla, parece que es el símbolo de un pueblo que desea comenzar una nueva relación con Dios partiendo de una sincera conversión. Los corazones de piedra se han convertido en corazones de carne y Dios ya puede poner su trono en medio de su convertido pueblo; la puerta de entrada conduce a la ciudad de Dios. Es un signo del camino que debemos recorrer para alcanzar la salvación; un recordatorio de que siempre debemos estar atentos al camino que nos llevará a Dios.
Podemos aprender que es importante estar siempre atentos al camino que nos llevará a Dios. Debemos mantenernos enfocados en nuestro viaje a la salvación y nunca perder de vista nuestra meta.
Jesucristo nos dirige, en el texto del evangelio, nuevamente una llamada a la humildad, una invitación a situarnos en el verdadero lugar que nos corresponde: «No os dejéis llamar “Rabbí” (…); ni llaméis a nadie “Padre” (…); ni tampoco os dejéis llamar “Guías”. Antes de apropiarnos de todos estos títulos, procuremos dar gracias a Dios por todo lo que tenemos y que de Él hemos recibido.
Los fariseos eran buenas personas, deseosas de cumplir la Ley, pero en su conducta mantenían unas actitudes que Jesús desenmascara repetidamente. Hoy escuchan un ataque muy serio de Jesús sobre su conducta: “Haced lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”.
Con mucha facilidad, se nos olvida a nosotros también, que nuestra vida cristiana se manifiesta en la humildad, que el único importante en toda conversación es Cristo, que Él es el único que merece el poder, el honor y la gloria, y que el elemento que plenifica nuestra vida, es el servicio.
Él quiere que aquellos de entre nosotros que tengan alguna clase de autoridad no se hagan llamar “maestros”, padres, jefes”: que entiendan esa autoridad como servicio (“el que se ensalce será humillado”). El mejor ejemplo nos los dio el mismo Jesús cuando, en la cena de despedida, se despojó de su manto, se ciñó la toalla y empezó a lavar los pies a sus discípulos: “si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros”.
“Nosotros discípulos de Jesús, afirma el Papa Francisco, no debemos buscar título de honor, de autoridad o de supremacía. Yo os digo que a mí personalmente me duele ver a personas que psicológicamente viven corriendo detrás de la vanidad de las condecoraciones. Nosotros, discípulos de Jesús, no debemos hacer esto, ya que entre nosotros debe haber una actitud sencilla y fraterna.
Todos somos hermanos y no debemos de ninguna manera dominar a los otros y mirarlos desde arriba. No. Todos somos hermanos. Si hemos recibido cualidades del Padre celeste, debemos ponerlas al servicio de los hermanos, y no aprovecharnos para nuestra satisfacción e interés personal. No debemos considerarnos superiores a los otros; la modestia es esencial para una existencia que quiere ser conforme a la enseñanza de Jesús, que es manso y humilde de corazón y ha venido no para ser servido sino para servir.”
Entrenémonos en nuestra vida tomando los últimos lugares, dándole el lugar de honor en nuestra vida a Cristo y sirviendo con alegría a los demás.
“ El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» Delante de Dios el hombre no puede vanagloriarse de nada. El ser reconocidos como dignos de estar en la presencia de Dios, sólo a Dios corresponde hacerlo y no a nosotros; por ello, en lugar de gloriarnos de las buenas obras, hay que presentarnos ante Dios, dejándolo ser Dios, capaz de tomar el barro de nuestra vida y moldearlo, hasta renovarnos; así es como Dios ensalza.
Así, la comunidad cristiana no se funda en títulos y en honores, sino en la fraternidad, que nace del hecho de tener un Padre común y seguir a Jesús.
San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia fue una alma que vivió en radicalidad su vocación monástica centrada totalmente en Cristo, de la que derivaron sus grandes actuaciones a favor de la sociedad de aquellos tiempos, aquejada de profundas lacras. Pidámosle que motivados por su ejemplo, caminemos como hijos de la Luz.
Bibliografía
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/08/20/justificar-nuestra-falta-de-fe/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=20-08-2022
- https://bibliabendita.com/ezequiel/ezequiel-43-1
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2017/documents/papa-francesco_angelus_20171105.html
- https://ecosdelapalabra.com/2019/10/26/el-que-se-enaltece-sera-humillado-y-el-que-se-humilla-sera-enaltecido/
Palabra de Vida Mes de Julio 2022
“Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 18, 21) https://ciudadnueva.com.ar/agosto-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.