?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Is 25, 6.7-9
- Sal 114-115
- Rom 6, 3-9
- Jn 6, 37-40
“La liturgia de hoy, nos explica el Papa Francisco, es realista, es concreta. Nos enmarca en las tres dimensiones de la vida, dimensiones que incluso los niños entienden: el pasado, el futuro, el presente.
Hoy es un día de recuerdo del pasado, un día para recordar a quienes caminaron antes que nosotros, a aquellos que también nos han acompañado, nos han dado la vida. Recordar, hacer memoria. La memoria es lo que hace que un pueblo sea fuerte, porque se siente enraizado en un camino, enraizado en una historia, enraizado en un pueblo. La memoria nos hace entender que no estamos solos, somos un pueblo: un pueblo que tiene historia, que tiene pasado, que tiene vida. Recordar a tantos que han compartido un camino con nosotros, y están aquí [indica las tumbas alrededor]. No es fácil recordar. A nosotros, muchas veces, nos cuesta regresar con el pensamiento a lo que sucedió en mi vida, en mi familia, en mi pueblo… Pero hoy es un día de memoria, la memoria que nos lleva a las raíces: a mis raíces, a las raíces de mi pueblo.
Y hoy también es un día de esperanza: la segunda lectura nos ha mostrado lo que nos espera. Un cielo nuevo, una tierra nueva y la ciudad santa de Jerusalén, nueva. Hermosa es la imagen que usa para hacernos entender lo que nos espera: «Y la vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia, ataviada para su esposo» (cf. Apocalipsis 21, 2). Nos espera la belleza… Memoria y esperanza, esperanza de encontrarnos, esperanza de llegar donde está el Amor que nos creó, donde está el Amor que nos espera: el amor del Padre.
Y entre la memoria y la esperanza está la tercera dimensión, la del camino que debemos recorrer y que recorremos. ¿Y cómo recorrer camino sin equivocarse? ¿Cuáles son las luces que me ayudarán a no equivocarme de camino? ¿Cuál es el «navegador» que Dios mismo nos ha dado, para no equivocarnos? Son las bienaventuranzas que Jesús nos enseñó en el evangelio. Estas bienaventuranzas (mansedumbre, pobreza de espíritu, justicia, misericordia, pureza de corazón) son las luces que nos acompañan para no equivocarnos de camino: este es nuestro presente. En este cementerio están las tres dimensiones de la vida: la memoria, podemos verla allí [indica las tumbas]; la esperanza, la celebraremos ahora en la fe, no en la visión; y las luces que nos guían en nuestro camino para no equivocar el camino, las hemos escuchado en el Evangelio: son las Bienaventuranzas.”
Hoy es día de reflexionar, pues tenemos una relación extraña con la muerte. Por una parte vivimos completamente de espaldas a ella, se intenta revestir de fenómeno clínico, sin más, prescindiendo de su densidad ontológica, prescindiendo, en la medida que nuestros engaños nos lo permiten, de cualquier pregunta sin respuesta, prescindiendo de la búsqueda del sentido de la vida, prescindiendo, si me lo permiten, del más mínimo atisbo de verdadera humanidad, de fe. A veces pareceríamos ante la muerte niños que creen que tapándose los ojos, no serán vistos.
Pero, por otra parte, estamos saturados de muerte, en las películas, en las series, en los videojuegos, matar y morir, son tratados con frivolidad, creo que la última serie de moda, El juego del calamar, muy popular en estos días, debería dejarnos sin palabras por lo absurdo y lo gratuito, debería casi escandalizarnos, pero no es así. A veces me pregunto si esa violencia extrema de nuestro entretenimiento no nos impide ser sensibles a las numerosas muertes por hambre, si me apuran hoy casi hemos olvidado las víctimas del COVID, preocupados en retomar la normalidad previa a la pandemia a toda costa, quedando el horror vivido como un especie de neblina algo irreal.
Ante todo esto solo nos cabe una posibilidad, la respuesta desde la Fe, la única que verdaderamente ofrece sentido, la única que puede ofrecernos un rayo de esperanza, la única que no nos lleva a la desesperación y al hastío. Porque si sólo vivos en horizontal, si solo reconocemos como auténtica esta vida terrena la desesperación y el vacío son nuestro futuro.
Aquí es nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, nos dice el texto de Isaías 25, 9. La experiencia del amor de Dios que me ha llamado a la existencia me proyecta más allá de lo material. No soy el fruto de una casualidad física, no soy un resultado aleatorio, soy un ser humano amado desde la Eternidad por Dios. No he sido arrojado por la suerte a la existencia, sino que he sido regalado como palabra del Creador a la humanidad, con una misión concreta que puede que no descubra hasta el cielo, pero que da sentido y vértebra mi existencia. No soy el fruto del azar y la casualidad y mi destino no es el silencio absoluto, la inexistencia, la nada, mi futuro es el cielo, del que estoy hecho.
Cuando uno lee su vida en esta perspectiva, se da cuenta de que vivir es ir dejando atrás, dejamos atrás al niño, al joven, al adulto… dejamos atrás la fuerza física, los proyectos y suelos, dejamos atrás a nuestros abuelos, a nuestros padres, a nuestros amigos… para finalmente dejar atrás nuestro cuerpo, nuestra condición material, la vida se convierte así en un despojarse de todo para ganar la eternidad. Por eso cuando tu mirada se inunde hoy de lágrimas recordando a tus seres queridos, a los que te precedieron, que un suspiro de esperanza hinche tu pecho, y te permita ver el Sol=el cielo, que nunca brilla tanto como cuando se le ve entre las grises nubes de lluvia.
Los creyentes tenemos la esperanza en Cristo Resucitado: “la Muerte ya no tiene dominio sobre él”, nos dice el texto de los Romanos 6, 9. “El que vea al Hijo y crea en El, tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día: San Juan 6,40
Palabra de Vida Mes de Octubre 2021
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.