https://youtu.be/wh8spcgXKyM
- 2 Re 4, 8-11. 14-16
- Sal 88
- Rom 6, 3-4. 8-11
- Mt 10, 37-42
Hoy la liturgia nos propone frente a las obligaciones familiares socialmente importantes o a las sugerencias familiares materialistas, una radicalidad absoluta, nos propone una armonización total entre la vida familiar y la opción de fe; purificar lo que en nuestras relaciones familiares o sociales no genera vida porque son contrarias al evangelio.
Nos dice el Papa Francisco: “En este domingo, el Evangelio expresa con fuerza la invitación a vivir plenamente y sin vacilación nuestra fidelidad al Señor. Jesús pide a sus discípulos que tomen en serio las exigencias del Evangelio, incluso cuando esto requiere sacrificio y esfuerzo.
Lo primero que les exige a quienes le siguen es poner el amor a Él por encima del amor familiar. Dice: «El que ama a su padre o a su madre, […] a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí» Jesús ciertamente no pretende subestimar el amor a los padres y a los hijos, pero sabe que los lazos de parentesco, si se ponen en primer lugar, pueden desviar del verdadero bien.”
San Pablo en la segunda lectura nos recuerda la fe que tenemos, que nos está salvando, y por la cual tenemos que andar en una vida nueva. Cuando nos surge la alabanza que describe el salmo 88 en nuestro ser, hemos dado el paso que nos está transformando y estamos viviendo esta vida nueva que viene del Señor ¿Por qué sucede esto? Porque hemos sido bautizados y por tanto sepultados con Cristo en la muerte, para que el mismo Cristo nos resucite a una vida nueva.
Esta semana hemos ido recorriendo en las lecturas de la Misa aspectos y acciones de Dios en los que, a través de la fe, nos van transformando y llevando a una vida auténtica y plena, una vida nueva.
Eliseo caminaba en una vida nueva como profeta de Dios y así lo percibió esta mujer principal de Sunén que se convirtió y dio un giro fructífero su vida. Esta vida nueva nos convierte en enviados de Dios por el don y la misión recibidas; el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado. No podemos olvidar que también somos testimonio para muchos otros que no viven una vida nueva, sino vieja. Una vida de «pasados», de perdidos, de vacío, de sin sentido y con hambre atroz de verdad y paz interior.
Nuestra vida es oportunidad, orientación y luz para otros que recibirán su recompensa igual que nosotros la estamos recibiendo. No le demos más vueltas, ni nos quedemos parados o acomodados. Caminemos en una vida nueva.
Nosotros, como nos dice la Oración de los Fieles, también debemos opta por el Señor y dejar que El llene nuestro espíritu. Oremos diciendo: Señor, condúcenos a la vida plena y verdadera.
“Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes. Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/pautas/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/07/02/andemos-en-una-vida-nueva-2/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2020/documents/papa-francesco_angelus_20200628.html
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.