Adviento, tiempo de renovar nuestra vida cristiana.
https://youtu.be/8Gj-uJqPe_4
- Is 26, 1-6
- Sal 117
- Mt7, 21. 24-27
Esta primera lectura, nos presenta las características del pueblo que ha de participar de la alegría del Reino. Debe ser fiel, de ánimo firme para conservar la paz y con una infinita confianza en Dios. Si esto se esperaba del pueblo del Antiguo Testamento, ¿cuánto más no será para la Iglesia que ha sido revestida con el poder del Espíritu Santo?
Confíen siempre en el Señor, porque es nuestra fortaleza para siempre, nos dice el texto. Meditemos si todo esto nos ha llevado a tener una confianza tal en Jesús, que aunque él retrasara su llegada, nosotros la esperamos y la continuamos preparando con la seguridad de que su llegada será un momento glorioso para todos lo que hemos buscado vivir de acuerdo a su Evangelio. Haz de este Adviento un verdadero camino hacia el encuentro con el amor de Dios.
El Señor, afirma Abbé Jean-Charles TISSOT, comentando el texto del evangelio, quiere enseñarnos a poner un fundamento sólido, cuyo cimiento proviene del esfuerzo por poner en práctica sus enseñanzas, viviéndolas cada día en medio de los pequeños problemas que Él tratará de dirigir. Nuestras resoluciones diarias de vivir la enseñanza del Cristo deben así acabar en resultados concretos, a falta de ser definitivos, pero de los cuales podamos obtener alegría y agradecimiento en el momento del examen de nuestra conciencia, por la noche. La alegría de haber obtenido una pequeña victoria sobre nosotros mismos es un entrenamiento para otras batallas, y la fuerza no nos faltará —con la gracia de Dios— para perseverar hasta el fin.
Escuchar sus palabras y ponerlas en práctica es la única forma de edificar nuestra casa sobre roca. S. Pablo nos recuerda, en su primera carta a los Corintios, que Cristo es la piedra angular donde ha de asentarse toda nuestra vida. Esto solo ocurre cuando lo tenemos presente y actuamos guiados por Él.
Nuestro problema puede estar en que estamos muy habituados a oír, no a escuchar. De ahí que las palabras que proclamamos, o la lectura que realizamos, pueden resbalar por nuestra mente, sin dejar nada en nosotros. La escucha requiere cierto esfuerzo para dejarnos invadir por su contenido. Las palabras de Jesús son palabras de vida, verdad, pero, solo son tales cuando nuestra vida se deja modelar por lo que Él propone.
Solo desde esa escucha activa, viva, podemos esperar que todo nuestro sentir y actuar se vea invadido por el Espíritu de Jesús.
Ardua tarea cuya recompensa será el poder vivir con nuestra conciencia ensamblada en un proceso de transformación, donde sus mensajes vayan cambiando nuestra mente ¡ojo! y nuestro corazón.
Jesús avisaba a los suyos: «No los que dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que han hecho la voluntad de mi Padre, que cumplen mis mandamientos».
El Papa Francisco nos explica que Cristo nos pide permanecer en su amor. Hay dos criterios que ayudan a distinguir el verdadero amor del que no lo es. El primer criterio es: el amor está más en los hechos que en las palabras, no es un amor de telenovela, una fantasía, historia que nos hacen latir el corazón pero nada más, está en los hechos concretos. El segundo criterio del amor es que al amor se comunica, no permanece aislado. El amor da de sí mismo y recibe, se da esa comunicación que existe entre el Padre y el Hijo, una comunicación que la hace el Espíritu Santo.
De esta manera, el Adviento se nos presenta como una oportunidad en nuestro diario caminar para revisar si estos valores están presentes en nuestra vida. Pensemos si los vivimos y si éstos se proyectan en una vida de fidelidad a los que debiéramos amar; revisemos si en medio de este mundo turbulento somos capaces de conservar la paz, y si somos un instrumento para que esta paz se desarrolle en nuestros ambientes, de manera principal en nuestras familias.
Con el Salmista demos gracias al Señor porque El es bueno y eterna su Misericordia, porque nos escucha y El es nuestra Salvación.
Que el Señor nuestro Dios nos ilumine.
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.