https://youtu.be/lWR0WW18PYE?si=cjXp5mhAxMZoNyIP
- Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31
- Sal 127
- 1 Tes 5, 1-6
- Mt 25, 14-30
Hoy al acercarse el final del año litúrgico, las lecturas nos muestra el camino de entrega que debemos transitar y aceptar con confianza, dando a conocer, a través de los talentos que hemos recibido, su grandeza que se manifiesta en nuestra actitud al involucrarnos en la misión evangelizadora, de acuerdo al buen uso de esas capacidades, lo que conlleva la entrada en el banquete del Reino.
El texto del libro de los Proverbios, nos presenta a una mujer, la “mujer fuerte”, hija, hermana o madre en la que se puede confiar.
Como la Biblia no es antifeminista, aunque su cultura esté impregnada por una mentalidad patriarcal, sí acierta en ver a la mujer como más abierta a lo escatológico, a lo espiritual, al amor por los pobres. Por eso, esta lectura, justamente, propone desde dónde se deben afrontar las últimas cosas de la vida. No conviene, de ninguna manera, hacer una lectura “contracultural”. La mujer no está reducida al hogar, a la casa, a los hijos… Lo importante en esta lectura es la gran capacidad de “decisión”.
La mujer es más religiosa que el hombre; siempre lo ha sido. Y el elogio de la mujer en el capítulo último de los Proverbios es toda una analogía (y subrayo “analogía) para que demos importancia a lo que no queremos darle, como si eso fuera cosa de mujeres. Las cosas que merecen la pena, y especialmente las cosas de Dios, deben tener en nosotros la gran oportunidad que “la mujer”, la madre, la hija, la hermana, da a los suyos. Y todos, varones o mujeres, tenemos que tomar grandes decisiones. En realidad aquí se habla de la mujer como si se tratara de la “sabiduría”. Esa sabiduría bíblica, que es una sabiduría práctica, es la que se propone aquí en la imagen de la mujer.
La segunda lectura, en continuación con la del domingo pasado, nos muestra al Pablo primitivo al que la comunidad de Tesalónica le plantea grandes cuestiones y, concretamente, en lo que se refiere a la venida del Señor. Los primeros cristianos estuvieron obsesionados con ello. Esta es la segunda instrucción del apóstol sobre dicho acontecimiento cuyo objetivo es liberar la tensión que pesa sobre el momento y la hora de la venida e incidir en la actitud que hay que tener, como lo más importante: ese debe ser un instante de luz porque es evento de salvación, para lo cual se debe estar preparado. Por eso, el falso problema de cuándo, con su angustia e incerteza, se cambia por el cómo: desde la luz, desde la praxis del amor, la justicia, la solidaridad y el perdón. Así viviremos con Cristo.
El salmo enfatiza que en todas las áreas de nuestra vida, y sobre todo en la familia, Dios debe estar en el centro. Él nos ama y nos bendice de buena voluntad.
¿Quién es el que teme al Señor y sigue sus caminos? En lenguaje de hoy, no podemos comprender que debamos tener miedo de un Dios que es amor. Pero esa falta de temor tampoco nos ha de llevar al olvido y al descuido, pues cuando nos alejamos de Dios, nuestra vida se derrumba
Dios nos ama, pero también nos enseña. Nos muestra, a través de la Iglesia y especialmente a través de su Hijo, Jesús, cuál es el camino para alcanzar una vida digna, llena de bondad. Lo que hemos de temer es olvidarnos de él, ignorarlo, vivir a sus espaldas.
Si queremos tener una vida firme, sintiendo seguridad y alegría, debemos poner todo en las manos de Dios. Él nos da la vida, el sustento y la familia y es con él que lograremos tener una vida verdaderamente bendecida.
Y en el Evangelio de San Mateo el Señor se nos muestra que el sentido de la vida está ligado a la responsabilidad con los talentos que se nos ha dado, porque somos administradores, no dueños de nuestra vida. La vida solo se gana cuando se entrega, sólo se es feliz cuando damos todo lo que somos para que Dios lo multiplique en frutos para el bien de los que nos rodean y de toda la humanidad.
E su exhortación apostólica Gaudete et Excultate (nº 131-135) el Papa Francisco nos propone una serie de actitudes con las que podemos hacer que los talentos que Dios nos ha dado den fruto para el Reino de Dios:
- Audacia y coraje: Somos frágiles, pero portadores de un tesoro que nos hace grandes y que puede hacer más buenos y felices a quienes lo reciban. La audacia y el coraje apostólico son constitutivos de la misión.
- Parresía: Necesitamos el empuje del Espíritu para no ser paralizados por el miedo y el cálculo, para no acostumbrarnos a caminar solo dentro de confines seguros. Recordemos que lo que está cerrado termina oliendo a humedad y enfermándonos. Cuando los Apóstoles sintieron la tentación de dejarse paralizar por los temores y peligros, se pusieron a orar juntos pidiendo la parresía: “Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra con toda valentía” (Hch 4,29). Y la respuesta fue que “al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía la palabra de Dios” (Hch4,31).
- Itinerancia constante y renovadora: Siempre llevamos latente la tentación de huir a un lugar seguro que puede tener muchos nombres: individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, dependencia, instalación, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo, nostalgia, pesimismo, refugio en las normas.
- Hacía las periferias y fronteras: Dios siempre es novedad, que nos empuja a partir una y otra vez y a desplazarnos para ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las fronteras. Nos lleva allí donde está la humanidad más herida y donde los seres humanos, por debajo de la apariencia de la superficialidad y el conformismo, siguen buscando la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida. ¡Dios no tiene miedo! ¡No tiene miedo! Él va siempre más allá de nuestros esquemas y no le teme a las periferias. Él mismo se hizo periferia (cf. Flp 2,6-8;Jn 1,14). Por eso, si nos atrevemos a llegar a las periferias, allí lo encontraremos, él ya estará allí”.
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Bendición del Espíritu Santo, esté siempre con ustedes.” Ef 13,3
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- http://vivirsalmos.blogspot.com/2009/10/salmo-127-dichoso-el-que-teme-al-senor.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/11/19/domingo-19-noviembre-2023-semana-33-to-a-los-talentos/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
- https://www.bibliaon.com/es/salmo_127_bendiciones_vienen_dios/#:~:text=Pero%20en%20el%20Salmo%20127,debe%20estar%20en%20el%20centro.
Palabra de Vida Mes de Noiembre 2023
“Pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas» 1 Tes 5, 5-6 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida. Octubre 2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.