- Heb 7, 1-3. 15-17
- Sal 109
- Mc 3, 1-6
Hoy el Señor que conoce nuestras parálisis, nos invita a extender la mano y darnos la libertad de acoger y nos recuerda que contamos con El, que es nuestro Sacerdote Eterno.
La primera lectura y el salmo, nos presenta la figura de Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo, a quien Abrahán, después de su victoria sobre los reyes, le había entregado el diezmo del botín conquistado, y éste había bendecido al patriarca Abrahán por el Dios Altísimo.
Melquisedec era también rey de Salem, cuyo nombre y cargo significaban “Rey de justicia” y “Rey de paz”, sin que en las escrituras se nombrara nada de su padre o de su madre, es decir, no aparece genealogía alguna, o sea, que no figuran ni su principio, ni su fin, lo que da pie a que se asemeje a Cristo, Hijo de Dios, y se les considere a ambos como “Sacerdote para siempre”.
Esto nos permite entender la supremacía de Jesucristo sobre cualquier otro sacerdote o sumo sacerdote del segundo templo de Jerusalén.
El autor quiere manifestar, sobre todo a aquellos cristianos procedentes del judaísmo, que pudieran añorar los ritos cargados de boato y ostentación de los sacerdotes judíos, que Jesús es un sacerdote eterno que, con su muerte en la cruz, es la garantía de una alianza más valiosa que la del Sinaí, pues puede salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de Él, ya que vive para siempre para interceder a favor de toda la humanidad.
Este contexto nos lleva al evangelio en el Jesús, nos dice el texto llega otra vez a la sinagoga, recordemos que ya se había presentado antes, cuando entró y se levantó a leer las Escrituras y leyó o el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el texto que dice: «El Espíritu del Señor está sobre mí.”
También es útil comprender que para la época de Jesús los rabíes habían añadido a la ley de Moisés una complicada serie de normas llamada la tradición de los ancianos (véase Marcos 7:5–9). Esas leyes no provenían del Señor, y muchas de ellas parecían ridículas, como por ejemplo, la de que sanar en el día de reposo era “trabajo” y, por lo tanto, estaba prohibido. Los fariseos, que constituían el grupo religioso más poderoso en los tiempos de Jesús, eran muy estrictos en su obediencia a esas tradiciones y las consideraban más importantes que las palabras de los profetas. Al leer Mateo 12, busca lo que sucedió cuando las enseñanzas de Jesús se opusieron a esas tradiciones. Es por esto que como nos dice el pasaje Jesús echa una mirada de ira y le duele la dureza de sus corazones y porque continua la liturgia de resaltar la importancia de realizarlas cosas por amor y no por mero cumplimiento y así resignificar la interpretación de la ley que recobre su sentido más noble, Jesús le dice a este hombre que se ponga en medio y así recordarnos que al centro de toda acción humana o práctica religiosa está la vida, que es necesario poner delante la vida para no vaciar el contenido de la fe.
“En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos ara acabar con El”. Nos indica el Papa Francisco: “En este paso del evangelio encontramos también otro pecado, cuando vemos que Jesús es criticado porque realizó una curación siendo día sábado. Es el pecado del formalismo. Cristianos que no dejan lugar a la gracia de Dios. Y a la vida cristiana, la vida de esta gente, es tener todos los documentos en regla, todos los certificados. Los cristianos hipócritas, como éstos, solo se interesan por las formalidades. ¿Era sábado? Entonces no se pueden hacer milagros, la gracia de Dios no puede operar el sábado. Entonces le cierran la puerta a la gracia de Dios.”
Extiende tu mano le dice al hombre paralizado y con ello nos cuestiona acerca de qué está paralizado en nosotros…
A través del Espíritu Santo, Jesús nos está diciendo hoy a nosotros, “extiende tu mano.” ¡Acércate y recibe lo que necesitas del trono de Su gracia! El hombre en la historia necesitaba sanidad, pero ¿cuál es tu necesidad hoy? ¿Es sanidad, finanzas o algo más? ¿Es la restauración de un familiar que está alejado? Sea lo que sea, ahora haz lo que yo hice. Extiéndele tu mano a Dios. Extiéndele tu mano a tu Padre, en el nombre de Jesucristo. ¡Hazlo en fe! Él te responderá. ¡Dios responde oraciones!
¡Dios es tu proveedor, tu sanador, y tu ayuda en tiempo de necesidad!
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- http://es.catholic.net/op/articulos/12314/curacin-del-hombre-de-la-mano-seca.html#google_vignette
- https://brianmarkweller.com/espanol/blog/en-tiempos-como-estos-extiende-tu-mano
- https://www.churchofjesuschrist.org/study/manual/new-testament-student-study-guide/the-gospel-according-to-saint-matthew/matthew-12?lang=spa
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Enero “¿Crees esto?” (Juan 11, 26) https://ciudadnueva.com.ar/enero-2025/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.