- Hch 2, 1-11
- Sal 103
- 1 Cor 12, 3-7. 12-13; o bien GAL 5, 16-25
- Jn 20, 19-23
Hoy Celebramos Pentecostés y la Liturgia nos invita a recordar que somos Templo del Espíritu Santo, lo recibimos en el Bautismo y lo ratificamos en la Confirma. Y que el Espírtu Santo nos guía para ser comunidad.
Afirma el Papa Francisco que el Espíritu Santo es el protagonista de nuestra vida. Es el que nos lleva adelante, el que nos ayuda a ir adelante, que nos ayuda a desarrollar nuestra vida cristiana. El Espíritu Santo está dentro de nosotros”.
Todos hemos recibido por el Bautismo el Espíritu Santo, continuó el Pontífice, y también con la Confirmación, mucho más”, el Papa Francisco destacó que “el Espíritu Santo nos da la valentía de vivir la vida cristiana. Y con esta valentía cambia nuestra vida”.
Puso como ejemplo a los apóstoles en Pentecostés que estaban con tanto miedo cuando recibieron al Espíritu Santo, pero salieron adelante con valentía a predicar el Evangelio.
E indicó además que el Espíritu es aquel que nos salva del peligro de hacernos a todos iguales y es quien le da armonía a la Iglesia.
El relato de Pentecostés que hoy leemos en la primera lectura es un conjunto que abarca muchas experiencias a la vez, no solamente de un día. Esta fiesta de la Iglesia, que nace en las Pascua de su Señor, es como su bautismo de fuego. Porque ¿de qué vale ser bautizado si no se confiesa ante el mundo en nombre de quién hemos sido bautizados y el sentido de nuestra vida? Por eso, el día de la fiesta del Pentecostés, en que se celebraba la fiesta del don de la ley en el Sinaí como don de la Alianza de Dios con su pueblo, se nos describe que en el seno de la comunidad de los discípulos del Señor se operó un cambio definitivo por medio del Espíritu.
De esa manera se quiere significar que desde ahora Dios conducirá a su pueblo, un pueblo nuevo, la Iglesia, por medio del Espíritu y ya no por la ley. Desde esa perspectiva se le quiere dar una nueva identidad profética a ese pueblo, que dejará de ser nacionalista, cerrado, exclusivista. La Iglesia debe estar abierta a todos los hombres, a todas las razas y culturas, porque nadie puede estar excluido de la salvación de Dios. De ahí que se quiera significar todo ello con el don de lenguas, o mejor, con que todos los hombres entiendan ese proyecto salvífico de Dios en su propia lengua y en su propia cultura.
Con el Salmo le decimos al Señor que todo está en orden, todo está en armonía. Innumerables criaturas viven juntas, y se encuentran y se saluda con la variedad de sus rostros y la sorpresa de sus caminos. “Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas.”
El fragmento de la Segunda Lectura, pertenece a un conjunto donde Pablo intenta salir al paso de los excesos que se producen en Corinto por el mal uso de los carismas. Con esta ocasión, el Apóstol escribe para clarificar la finalidad y el valor de los carismas en la Iglesia. El ambiente polémico es la ocasión para afirmar algo importante para la Iglesia de todos los tiempos:
- Afirma que la confesión pública (reconocer a Jesús como Señor) sólo es posible en el Espíritu Santo.
- El Espíritu es soberano para distribuir los carismas y los dones para el bien de la Iglesia. Acoger esta diversidad de dones es acoger la acción providente del Espíritu
- El bautismo en un mismo Espíritu anula y hace desaparecer las diferencias antiguas. Todos formamos un mismo cuerpo. Pentecostés nos invita de diversas maneras a abrir fronteras y ensanchar horizontes.
El Evangelio vuelve a presentarnos a Jesús con sus discípulos, el primer día de la semana. Ya vimos en la primera semana de Pascua que es en la comunidad donde se encuentra al Resucitado, cuando están todos juntos. Es lo que celebramos cuando nos reunimos en el nombre del Señor. Porque fuera de la comunidad hace frío, y no se reconoce a Cristo, como les pasó a los discípulos de Emaús.
El Maestro se presenta en medio de sus discípulos, deseándoles la paz. La paz de Cristo lleva la alegría, e invita a salir, a unirse a la misión, para compartirla. En la comunidad se siente la paz de Dios, y se puede sentir el perdón. Estando en paz, se puede luchar contra el mal, en todos los sentidos, contra el pecado, para que el mundo sea un lugar mejor. Hay que crear las condiciones, primero en el corazón de cada uno, y luego en nuestros grupos, para que ese regalo que es el perdón de Dios no sea algo sólo nuestro, sino que llegue a todo el mundo. Esa paz, esa alegría, debe ser universal. Como nuestra Iglesia.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro Busco Tu Rostro. Autor Carlos G. Vallés
- https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/20-5-2018/comentario-biblico/gerardo-sanchez-mielgo/
- https://www.ciudadredonda.org/comentario-hoy/
- https://www.aciprensa.com/noticias/104514/papa-francisco-en-pentecostes-2024-el-espiritu-santo-es-protagonista-de-nuestra-vida
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
Palabra de Vida Mes de Mayo 2024. “Quien no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es Amor.” 1Jn 4, 8
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.