- 2 Sam7, 4-5. 12-14. 16
- Sal 88
- Rom 4, 13. 16-18.22
- Lc 2, 41-51
Estamos al final de nuestro camino hacia la Pascua que es el misterio central de nuestra fe. Subimos a Jerusalén para revivir y celebrar la pasión, muerte y resurrección del Señor, el acontecimiento que cambió el signo de la historia porque desde entonces es historia de salvación en sentido pleno. Pero si la pascua de Jesús, que es su paso de este mundo a la casa del Padre, tiene valor salvífico y redentor para nosotros es precisamente porque Jesús además de ser verdadero Dios, es verdadero hombre y, como tal, como todo hombre, ha querido tener raíces, un pueblo, una tradición, una historia… en definitiva, una familia. Es esto lo que nos narra a modo de profecía la primera lectura de hoy en la que hemos escuchado lo que hace Dios cuando el rey David se propone construir un templo al Señor. Dios le promete un descendiente que consolidará su reino para siempre. “El Señor Dios le dará el trono de David, su padre”. Ciertamente en esta historia, José es el eslabón que introduce a Jesús no como un extraño, como un meteorito o un cuerpo sideral, sino al contrario: Pasando por uno de tantos, como un hombre cualquiera. Este es el gran servicio que San José presta al designio de Dios: ser el padre del Redentor. ¡Cómo resuena hoy por grande, y por bella la palabra padre! ¡Qué evocador y qué profundo el significado de esa palabra en los labios de Jesús! ¡Abba! (papá). O, dicho de otra manera, mirándolo desde otro punto de vista: ¡qué responsabilidad, qué peso tan grande, qué asunto tan grave, que tu hijo Jesús te llame igual a ti que a Dios; que use la misma palabra: “papá”.
Afirma el Papa Francisco que San José, “tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21). Como se sabe, en los pueblos antiguos poner un nombre a una persona o a una cosa significaba adquirir la pertenencia, como hizo Adán en el relato del Génesis (cf. 2,19-20)…
Que la proximidad de la Semana Santa S. José sea un aliciente en la vivencia del acontecimiento que vamos a recordar y descubrir el sentido que tienen para nuestra manera de vivir la fe, aquí y ahora. En el texto de la segunda lectura, San Pablo nos dice de Abraham: “Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: “Así será tu descendencia”. Así como Abraham creyó contra toda esperanza; creyó a Dios, también San José, al despertar de el sueño en el que el Ángel le reveló la misión que Dios le encomendaba, creyó, he hizo lo que le había encomendado el Señor por medio del Ángel; fue un hombre que conversando con el Espíritu y escuchando, supo cumplir muy bien su misión pues fue un hombre de silencio y de escucha.
Se convierte así también para nosotros en modelo de fe, un verdadero patriarca en la misma línea de los grandes del antiguo testamento como María, su esposa, nuestra madre en el orden de la fe.
En esta cuaresma y en la Pascua de este año, en que seguimos descubriendo y afianzando nuestro deseo de que la Iglesia asuma la sinodalidad, como forma de misión en nuestros ambientes, sepamos estar atentos a lo que El Espíritu nos enseñe, recordando y actualizando esos acontecimientos.
Padre Dios, te damos gracias por el ejemplo de San José que nos has dejado como el hombre de la escucha del Espíritu. Supo cuidar y acompañar a Jesús para que cumpliera tu misión. Ayuda a la Iglesia para que aprenda a escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús y hacer realidad tu Reino.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.aciprensa.com/noticias/85169/carta-apostolica-del-papa-francisco-patris-corde-sobre-san-jose
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/03/19/el-san-jose-de-tu-casa/
- https://www.raystedman.org/es/devociones-diarias/romanos-1a8/la-fe-de-nuestro-padre#:~:text=Y%20lo%20es%20delante%20de,%E2%80%9CAs%C3%AD%20ser%C3%A1%20tu%20descendencia%E2%80%9D.
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Marzo 2024. “Crea en mi, oh Dios un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme”. Sal 51,12 https://www.focolare.org
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.