?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Sab 12, 13. 16-19
- Sal 85
- Rom 8, 26-27
- Mt 13, 24-43
El texto del libro de la sabiduría, nos enseña porque debemos Alabar a Dios, su poder “No hay más Dios Que tu Señor, que cuidas de todas las cosas, y es que ese poder radica en su Misericordia, esa con la que El espera nuestra conversión y poder disfrutar la vida que nos quiere dar. “Siendo tu el dueño de la fuerza, juzgas con misericordia y nos gobiernas con delicadeza…”
Esto lo confirmamos con el Salmista: Tu Senor eres bueno y clemente… ten compasión de mi, pues clamo a ti, Señor, a toda hora.
San Pablo en el texto de la carta a los Romanos No explica la necesidad que tenemos de la acción del Espíritu Santo en nuestra vida para que así, El interceda en medio de nuestras debilidades y flaquezas. “Nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu Santo mismo intercede por nosotros… y Dios que conoce perfectamente los corazones , sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios… Es así como podremos formar parte de la familia del Señor , como nos dice la Palabra de Vida de este mes. “Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” Mt 12, 50.
En la lectura del Evangelio de hoy, nos explica el Papa Francisco,”la liturgia propone varias parábolas evangélicas, es decir, historias cortas que Jesús usó para anunciar el Reino de los Cielos a las multitudes. Entre las del Evangelio de hoy, hay una bastante compleja que Jesús explicó a los discípulos: es la del buen grano y la cizaña, que trata del problema del mal en el mundo y llama la atención sobre la paciencia de Dios (cf. Mt 13, 24-30, 36-43)…
La enseñanza de la parábola es doble. En primer lugar, dice que el mal del mundo no viene de Dios sino de su enemigo, el malvado. Es curioso que el maligno vaya por la noche a sembrar hierba, en la oscuridad, en la confusión; va donde no hay luz para sembrar hierba. Este enemigo es astuto: siembra el mal en medio del bien, por lo que es imposible para nosotros los hombres separarlos claramente; pero Dios, al final, podrá hacerlo.
Y aquí llegamos al segundo tema: la yuxtaposición de la impaciencia de los criados y la paciente espera del dueño del campo, que representa a Dios. A veces tenemos mucha prisa por juzgar a los demás, por categorizar, por poner lo bueno aquí, lo malo allá…
Dios, sin embargo, sabe esperar. Con paciencia y misericordia mira el “campo” de la vida de cada persona; ve mucho mejor que nosotros la suciedad y el mal, pero también ve las semillas del bien y espera con confianza que crezcan. Dios es paciente, sabe esperar. Esto es tan hermoso: nuestro Dios es un padre paciente, que siempre nos espera y espera con el corazón en la mano para acogernos, para perdonarnos. Siempre nos perdona si vamos a él.
La actitud del dueño del campo es la de la esperanza basada en la certeza de que el mal no tiene ni la primera ni la última palabra. Y es gracias a esta paciente esperanza de Dios que la misma cizaña, que es el corazón malicioso con tantos pecados, al final puede convertirse en buen grano. Pero cuidado: la paciencia evangélica no es indiferencia al mal; ¡no hay que confundir el bien y el mal! Ante la cizaña del mundo el discípulo del Señor está llamado a imitar la paciencia de Dios, a alimentar la esperanza con el apoyo de una confianza indestructible en la victoria final del bien, es decir, de Dios.
Al final, de hecho, el mal será eliminado y eliminado: en el momento de la cosecha, es decir, del juicio, los cosecheros seguirán las órdenes del dueño del campo, separando la cizaña para quemarla (cf. Mt 13,30).“
Las otras dos parábolas la del grano de mostaza y la levadura, nos dice el padre Yepes en el audio nos enseña que podremos ser pequeños ante la mirada humana, pero si dejamos entrar a Dios en nuestro corazón, llegaremos a ser grandes seres humanos; dar respuestas extraordinarias a la gracia que de Dios recibimos.
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p style=”text-align: right;” data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Mostaza y levadura, ambos están llamados a dar vida, a dar fruto; fe, amor y humildad , son la mostaza y la levadura que el Señor ha puesto en cada uno de nosotros para dar vida espiritual a los demás.
Palabra de Vida Mes de julio
«Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt12, 50
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.