https://youtu.be/Y4PI-kYLAKs
- Ex 1, 8-14. 22
- Sal 123
- Mt 10, 34-11. 1
Hoy liturgia nos pone sobre aviso por las criticas y dificultades que el mundo nos hará pensar por habernos decido a seguir al SeñorLo acabamos de leer en el Éxodo en que el nuevo faraón que no conocía a José hace pasar por muchos trabajos a los israelitas para hacerlos debilitarse, sin embargo no lo lograron pues como dice el texto “mientras más los oprimían, más crecían y se multiplicaban.
En este pasaje podemos ver cómo la palabra de Dios es siempre actual, pues de la misma manera que los egipcios se oponían a este proyecto de Dios en su pueblo, el mundo de hoy continúa oponiéndose a que el Reino se desarrolle y llegue a su plenitud. Los cristianos, el Nuevo Pueblo de Dios, experimentamos esta oposición, la cual se expresa de diferentes maneras, buscando, sobre todo, el hacernos esclavos y evitar nuestro crecimiento.
Los nuevos egipcios se materializan en la sensualidad y confort; en la confusión creada muchas veces por el “Mass Media”; en fin, por todo aquello que busca que el proyecto de Dios no se desarrolle. A pesar de todo, el pueblo confía en el DIOS QUE SALVA. No perdamos la fe ni la esperanza en el proyecto de Dios. No te desanimes.
Y en el evangelio Jesús, nos lleva a reflexionar en la radicalidad que debemos tener al escoger su Camino y no el del mundo, y nos previene de que entremos problemas aún con los de nuestra familia, por eso la frase “no he venido a traer La Paz sino la guerra”, además nos llama la atención sobre la prioridad que El debe tener en nuestra vida, hoy nos hablaba el padre Martín en la homilia acerca de este señorío que debemos darle pues El es nuestro Creador y por tanto El tiene derechos sobre nosotros y nosotros deberes para con El.
Así, Jesús nos ofrece una mezcla explosiva de recomendaciones; es como uno de esos banquetes de moda donde los platos son pequeñas “tapas” para saborear. Se trata de consejos profundos y duros de digerir, destinados a sus discípulos en el centro de su proceso de formación y preparación misionera (cf. Mt 11,1). Para gustarlos, debemos contemplar el texto en bloques separados.
Jesús empieza dando a conocer el efecto de su enseñanza. Más allá de los efectos positivos, evidentes en la actuación del Señor, el Evangelio evoca los contratiempos y los efectos secundarios de la predicación: «Enemigos de cada cual serán los que conviven con él» (Mt 10,36). Ésta es la paradoja de vivir la fe: la posibilidad de enfrentarnos, incluso con los más próximos, cuando no entendemos quién es Jesús, el Señor, y no lo percibimos como el Maestro de la comunión.
En un segundo momento, Jesús nos pide ocupar el grado máximo en la escala del amor: «quien ama a su padre o a su madre más que a mí…» (Mt 10,37), «quien ama a sus hijos más que a mí…» (Mt 10,37). Así, nos propone dejarnos acompañar por Él como presencia de Dios, puesto que «quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado» (Mt 10,40). El efecto de vivir acompañados por el Señor, acogido en nuestra casa, es gozar de la recompensa de los profetas y los justos, porque hemos recibido a un profeta y un justo.
La recomendación del Maestro acaba valorando los pequeños gestos de ayuda y apoyo a quienes viven acompañados por el Señor, a sus discípulos, que somos todos los cristianos. «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo…» (Mt 10,42). De este consejo nace una responsabilidad: respecto al prójimo, debemos ser conscientes de que quien vive con el Señor, sea quien sea, ha de ser tratado como le trataríamos a Él. Dice san Juan Crisóstomo: «Si el amor estuviera esparcido por todas partes, nacerían de él una infinidad de bienes».
Nos explica el Papa Francisco: “Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo y elegir el bien, la verdad, la justicia, incluso cuando esto requiere sacrificio y renuncia a los propios intereses. Y esto sí, divide; lo sabemos, divide incluso las relaciones más cercanas. Pero atención: no es Jesús quien divide. Él pone el criterio: vivir para sí mismos, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo, u obedecer a Dios. He aquí en qué sentido Jesús es “signo de contradicción.”
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes” Ef 13, 13.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=17-07-2023
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://es.catholic.net/op/articulos/48682/el-que-no-toma-su-cruz-y-me-sigue-no-es-digno-de-m.html#modal
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.