https://youtu.be/AFzvIBQh73s
- 1 Sam 15, 16-23
- Sal 49
- Mc 2, 18-22
La liturgia de hoy nos confronta con nuestra tendencia a ser solo atente mente buenos.
Vemos como nos comenta el sitio Arquidiócesis de Madrid el texto de la primera como nuestra experiencia de vida no es tan distinta a la historia de Saúl, seguramente, no son pocas las ocasiones en las que nos hemos adueñado de victorias que no eran nuestras, las veces en las que hemos ocultado detrás de las formas nuestras intenciones no tan santas, con total seguridad hemos estropeado muchas buenas acciones con intenciones ocultas, tal vez por el mero hecho de quedar bien.
Afirma don Félix Garcìa O. P, que como en aquella ocasión Samuel levantó la voz para afear al rey su conducta, puede que sea la hora de que cada uno de nosotros levantáramos también la voz para pedir que lo injusto se aparte y sustituyamos sacrificios por caridad, amor y respeto mutuo.
Nos vendría bueno ceditar como nos invita el sitio Evangelizaciòn Activa; Saúl ha caído de la gracia de Dios porque pensó que podía agradar a Dios al margen de hacer su voluntad. ¿Podrías decir que en tu vida diaria, al menos en lo que respecta a tu vocación, estás haciendo la voluntad de Dios?
Nos indica el Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll que poniendo en contexto el texto del evangelio los judíos piadosos apreciaban el ayuno como un acto propio de la virtud de la religión y muy grato a Dios: el que ayuna se dirige a Dios en actitud de humildad, le pide perdón privándose de aquellas cosas que, satisfaciéndole, le hubieran apartado de Él.
Entonces el que Jesús no inculque esta práctica a sus discípulos y a los que le escuchan, sorprende a los discípulos de Juan y a los fariseos. Piensan que es una omisión importante en sus enseñanzas. Y Jesús les da una razón fundamental: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?» (Mc 2,19). El esposo, según la expresión de los profetas de Israel, indica al mismo Dios, y es manifestación del amor divino hacia los hombres (Israel es la esposa, no siempre fiel, objeto del amor fiel del esposo, Yahvé). Es decir, Jesús se equipara a Yahvé. Está aquí declarando su divinidad: llama a sus discípulos «los amigos del esposo», los que están con Él, y así no necesitan ayunar porque no están separados de Él.
Les recuerda Jesús que han de recibir su mensaje con espíritu nuevo, que rompa el conformismo y la rutina de las almas avejentadas, que lo que Él propone no es una interpretación más de la Ley, sino una vida nueva.
“A vino nuevo, odres nuevos”. Nos explica el Papa Francisco: “¿Qué significa esto? ¿Que cambia la ley? ¡No! Que la ley está al servicio del hombre que está al servicio de Dios y para ello el hombre debe tener el corazón abierto. La frase che dice “siempre se ha hecho así” revela un corazón cerrado y Jesús nos dijo: “Os enviaré el Espíritu Santo y os conducirá a la plena verdad”. Si tu has cerrado el corazón a la novedad del Espíritu, nunca llegarás a la verdad plena. Y tu vida cristiana será una vida a medias, una vida remendada, remendada con cosas nuevas, pero sobre una estructura que no será abierta a la voz del Señor. Te quedarás con un corazón cerrado si no serás capaz de “renovar los odres”. Este es el mensaje que la Iglesia nos da hoy. Esto es lo que dice Jesús con tanta fuerza: “Vino nuevo en odres nuevos”. De frente a la novedad del Espíritu, a las sorpresas de Dios, incluso los hábitos consolidados deben ser renovados.”
Reflexionemos en nuestra realidad; en cierta medida hemos sido como los fariseos del Evangelio que con su pregunta «bienintencionada» pretenden dejar al descubierto a Jesús. Sin duda el ayuno es algo bueno, sin duda los discípulos de Juan y los fariseos hacen bien en ayunar, sin embargo, cuando se introduce la comparación y la maledicencia las obras buenas se corrompen, se quedan en simples apariencias, y qué tristeza tiene que dar vivir solo en las apariencias. Qué pena vivir sólo de amargas comparaciones.
Qué tristeza llegar al cielo y que te presentes con las manos vacías, siendo aparentemente bueno, pero sólo aparentemente…. que tristeza vivir sin amor, y el que viven en la apariencia no conoce el amor verdadero, conoce la crítica, conoce el error del otro, conoce el juicio, sufre la envidia propia de quien se siente vacío, de quien desconoce su verdadera valía, de quien siembra sólo vinagre…
Concluyamos con el Papa Francisco pidiendo al Señor que nos dé la gracia de un corazón abierto, de un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sepa discernir entre aquello que no se debe cambiar, porque ya está bien fundado, y entre aquello que sí debe cambiar para abrirnos y acoger la novedad del Espíritu Santo.”
Palabra de Vida Mes de Enero 2022
“En Oriente hemos visto su estrella y hemos venido para adorarlo”. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.