?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ex 17, 3-7
- Sal 194
- Jn 4, 9-42
En el tercer Domingo de Cuaresma la Iglesia nos invita a la particular adoración de Dios, a rendir una adoración particular al Padre “en espíritu y verdad”.
Esta adoración no puede ser solamente externa. La adoración “en espíritu y verdad” debe afectar a nuestras conciencias. Y por esto oigamos una vez más el Salmo responsorial, cuando dice: “Ojalá escuchéis hoy su voz: no endurezcáis el corazón…” (Sal 94 [95], 8).
Pensemos a quién de nosotros se refieren estas palabras. Pensemos en esos hermanos y hermanas, que están ausentes, pero a los cuales se refieren estas palabras, e imploremos para nosotros y para ellos el encuentro con Cristo semejante al encuentro de la Samaritana junto al pozo de Sicar.
Y escuchemos también las palabras del Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: “Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por El hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos apoyados en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios” (Rom 5, 1-2).
Si a alguno de nosotros se refieren estas palabras —y pienso que se refieren a muchos— entonces pidamos perseverar en la esperanza y en la observancia de la paz con Dios, tal como enseña el Apóstol.
Y finalmente escuchemos las palabras de nuestro Señor Jesucristo que dice: “Levantad los ojos y contemplad los campos que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna: y así se alegran lo mismo sembrador y segador” (Jn 4, 35-36).
Y pidamos, pidámosle con toda el alma esta cosecha, lo mismo que pidió la Samaritana tener agua viva, el agua para la vida eterna.
El Papa Francisco nos dice: …”cada encuentro con Jesús nos cambia la vida. Siempre, siempre es así.
En este Evangelio hallamos también nosotros el estímulo para dejar nuestro cántaro, símbolo de todo lo que aparentemente es importante, pero que pierde valor ante el amor de Dios. ¡Todos tenemos uno o más de uno!
Todos tenemos sed, el padre Yepes en el audio, nos habla de siete tipos de sed que nos da la vida del mundo y como Dios actúa en ellas:
- Sed de alegría. Una frase de San Juan Bosco dice, La Santidad consiste en estar alegres.
- Sed de justicia. Dios es el quiere obrar justicia en el mundo.
- Sed de paz Dios nos creó en paz y armonía y nos dice: mi paz les dejo, mi paz les doy no como la da el mundo.
- Sed de verdad. Nos dice el Señor: La verdad os hará libres.
- Sed de amor. Amaos los unos a los otros como yo los he amado.
- Sed de sentido de vida. El Señor nos da vida y vida en abundancia
- Sed de eternidad. Yo soy la Resurrección y la Vida, el cree en mí no morira jamás, nos dice el Señor.
En el mundo se esconde un vacío, una sed que se trata de sustentar con cosas sucedaneas, Dios es el único que nos completa.
No dejes de ver el articulo sobre la formación del Sacramento de la Eucaristia; estamos reflexionando sobre el Ofertorio . Lo puedes accesar en este link: https://vive-feliz.club/wp-admin/post.php.
Mes de Marzo
Intención de oración universal
Recemos por la Iglesia de China.
Recemos para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad.
Palabra de Vida .
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.” (Mateo 7, 12)
Esta Palabra nos impulsa a ser creativos y generosos, a tomar la iniciativa, a tender puentes hacia quien no es nuestro amigo, como Jesús mismo hizo. Nos exige la capacidad de salir de nosotros para ser testigos creíbles de nuestra fe.
Perseverando veremos cambiar el mundo a nuestro alrededor poco a poco. Comprenderemos que el Evangelio comporta la vida más fascinante, enciende la luz del mundo, le da sabor a la existencia, tiene en sí el principio de la resolución de todos los problemas. No descansaremos hasta poder comunicar nuestra extraordinaria experiencia a otros: a los amigos que pueden comprendernos, a los parientes, a todo aquel que sintamos poder ofrecerla. Renacerá la esperanza”.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.