https://youtu.be/usvNvOBp8zc
- 1 Sam 9, 1-4. 10. 17-19; 10. 1
- Sal 20
- Mc 2, 13-17
La reflexión del texto de la primera lectura nos debe llevar a la conclusión de que, como nos comenta Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P., Dios que ama a su pueblo respeta sus decisiones, les acompaña en su caminar con sus enviados y sin forzar la libertad, encamina nuestra historia, nos orienta, nos guía, nos educa para ir más allá de las apariencias y descubrir que con Él, podemos ser constructores de una historia nueva. La historia de la Salvación.
Vemos como, continua el fraile, Dios (como veiamos ayer), respeta la elección del pueblo, les concedió lo que pedían. El pueblo elije por las apariencias (estatura) y ve a Saúl con todas las cualidades para desempeñar dicha misión. Saúl es un “líder natural,” pero no basta tener cualidades si no se ponen al servicio de Dios. Entonces Dios, por caminos aparentemente insignificantes, utilizando unas burras que se habían perdido, llevó a Saúl hasta Efraín donde vivía el profeta Samuel.
Saúl se dirige a Samuel buscando no al hombre de Dios, sino al adivino que le ayude a buscar las burras y Samuel avisado por Dios; le unge a Saúl como rey para que rija al pueblo de Israel. Es la providencia de Dios.
El evangelio nos enseñanza que seguir a Jesús significa dejar atrás todo aquello que nos ata al mundo, como lo hizo Levi, para comenzar una vida de atadura a Dios. Jesús no me llama e invita por mi vida virtuosa, sino porque sabe que sin él mi vida no tiene sentido.
Nos explica el Papa Francisco que “Al llamar a Mateo, Jesús muestra a los pecadores que no se fija en su pasado, en su condición social, en las convenciones externas, sino que les abre un nuevo futuro.”
Jesús, afirma el Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart, después de que Mateo acepta su llamado y lo sigue, aceptó el banquete que este le ofreció en su casa, juntamente con los otros cobradores de impuestos y pecadores, y con sus apóstoles. Los fariseos —como espectadores de los trabajos de los otros— hacen presente a los discípulos que su Maestro come con gente que ellos tienen catalogados como pecadores. El Señor les oye, y sale en defensa de su habitual manera de actuar con las almas: «No he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2,17). Toda la Humanidad necesita al Médico divino. Todos somos pecadores y, como dirá san Pablo, «todos han pecado y se han privado de la gloria de Dios» (Rm 3,23).
Y en el Evangelio, nos dice el sitio de Arquidiócesis de Madrid, Jesucristo mismo nos enseña cómo es esa comunidad de sus discípulos. Él no tiene reparos en compartir la mesa con publicanos y pecadores, porque la suya es una comunidad de pecadores necesitados de perdón y conversión. Jesús no dirigió su mensaje a una élite religiosa y moral de perfectos, limitando su acción a una rígida casta de cumplidores escrupulosos y detallistas de todos y cada uno de los preceptos de la Ley judía. Jesús se sentó a la mesa –es decir, quiso compartir su vida– con todos, incluidos publicanos y pecadores. Así lo vemos hoy claramente. ¡Y menos mal! Porque de ese modo, tú y yo, que somos pecadores, sabemos que Él también quiere compartir la vida con nosotros, sin dejarnos fuera de su Reino.
«Jesús lo oyó y les dijo: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”». Evidentemente, este proceder de Jesús sentó entonces bastante mal a muchos. Y sigue escandalizando hoy a tantos que no quieren comprender que la Iglesia está formada por hombres enfermos y pecadores que, con la gracia de Dios, luchan cada día por convertirse y estar más cerca de Dios. Así lo enseñó el Concilio Vaticano II: «La Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación» (Lumen Gentium 8). La Iglesia es ya santa porque santa es su Cabeza, Jesucristo; y santos son su Palabra y sus Sacramentos; y santos son sus miembros que ya han llegado al Cielo. Pero la Iglesia es también esa comunidad de pecadores llamados a la santidad.
Palabra de Vida Mes de Enero 2022
“En Oriente hemos visto su estrella y hemos venido para adorarlo”. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.