?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Rom 1, 1-7
- Sal 97
- Lc 11,29-32
Frente a la tentación de pensar que nosotros hemos decidido, que hemos elegido, con fuerza aparece este señalamiento paulino que nos ofrece el texto de la primera lectura. La misión no nace de nosotros, sino del Señor. El escoge y envía. Hay una llamada (como vocación suele calificarse esta llamada) y un envío. La convicción y firmeza de esa llamada, que se impone por su capacidad de tranformar (es el caso de Pablo y de tantos otros), convierte al elegido en apóstol, es decir mensajero. Y está claro lo que este mensajero ha de comunicar-anunciar: el Evangelio de Dios, afirma el Apóstol. No tenemos otra materia que proclamar y ninguna como esta para llegar a la misma intimidad del ser humano. Se refiere, dirá Pablo a los de Roma, a su Hijo, nacido según la carne de la estirpe de David y constituído según el Espíritu, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección.
Sigue la liturgia guiándonos por el camino de la fe, y el mensaje del evangelio, nos dice el padre Yepes en el audio, nos indica que esa costumbre de pedir signos, solo demuestra nuestra falta de fe Frente al racionalismo de hoy, deberíamos analizarnos, pues ciertamente las lógicas humanas son importantes, pero la fe es demasiado trascendental para ser encasillada en las razones de los hombres.
Nos dice el Papa Francisco; ‘…Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta al amor misericordioso que nos salva. Sin embargo, las mismas obras, sin este amor misericordioso no sirven. En cambio, el síndrome de Jonás tiene confianza solo en su justicia personal, en sus obras.
Es así que el Síndrome de Jonás nos lleva a la hipocresía, a aquella suficiencia, a ser cristianos limpios, perfectos, porque hacemos estas obras: cumplimos los mandamientos, todo. Es una gran enfermedad…’
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Pidamos al Señor, la gracia de la fe que nos encamine al Señor y nos ayude a ver con sus ojos.
Mes de octubre
Lee y estudia la Biblia
/Planifica leer la Biblia en un Año, pero léela en la profundidad del amor, no para juzgar ni para condenar. La Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de tu alegría y ayuda a avivar la compasión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.