?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ester 4, 17n. p-r. aa-bb. gg-hh
- Sal 137
- Mat 7, 7-12
La Cuaresma nos cuestiona acerca de nuestro crecimiento y madurez en la fe. Y es que la mayoría de nosotros decimos que somos hombres y mujeres de fe, sin embargo, sólo cuando la crisis cala profundo es cuando realmente podemos saber hasta dónde ha madurado en nosotros la fe.
Nuestra Madre, maestra de la fe, nos enseña el camino para crecer en la fe: Dios es el Señor y tiene derechos sobre mi, y yo deberes para con El. Dios es el Creador, yo soy su criatura y por lo tanto, por un lado, estoy en las mejores manos, y por otro, no puedo entender del todo los planes de Dios, Dios interviene en mi vida y en la vida del pueblo, para aliviar el sufrimiento de los hombres y Dios es justo y cumple siempre sus promesas.
El texto de la priméra lectura, nos muestra a una mujer cuya fe es de total confianza y abandono. Es el relato de alguien que ha oído que el Dios de sus padres es un Dios poderoso que no abandona a su pueblo en situaciones difíciles. Ahora es el momento de experimentarlo, pero para ello tiene que confiar ciegamente en que sólo él la puede ayudar. Podríamos decir que la fe es como una cuenta en el banco, de la cual podremos depender en el momento de la necesidad.
La oración de petición es una oración que está en disconformidad con la realidad que vivimos. Es la que nos pone en comunicación con nuestras auténticas necesidades. En la oración de petición hay que buscar la madurez de nuestras aspiraciones, en ella no podemos pedir sólo para cubrir nuestros egoísmos, en ocasiones infantiles, que nos conducen a dejar de orar y creer, cuando no son atendidas.
El Papa Francisco nos catequiza acerca de cómo debe ser nuestra oración. Esa hecha para que se cumpla, “..pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá”… Nos dice: “El hombre toca a la puerta de Dios con la oración para pedir una gracia. Y Él que es el Padre, me da ese de más: el regalo, el Espíritu Santo.
Es esta la dinámica de la oración, que se hace con el amigo, que es el compañero de camino de la vida, se hace con el Padre y se hace en el Espíritu Santo.
El amigo verdadero es Jesús: es Él, en efecto quien nos acompaña y enseña a rezar. Y nuestra oración debe ser así, trinitaria”
Mes de marzo
Sé parte de alguna misión
Intégrate a una misión evangelizadora o planea un peregrinaje, esto avivará el deseo de servir y mantendrá ardiendo la llama de la fe.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo me sale bien”
Sor Evelia 08/01/2013.