?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Is 7, 1-9
- Sal 47
- Mt 11, 20-24
En nuestros días, corremos también con este tipo de tentaciones: que nos relata la primera lectura, pues, nosotros también, cuando sentimos que se ve amenazada nuestra economía, nuestra estabilidad familiar; no es fácil rechazar un negocio ilícito, una suma de dinero que es producto de la corrupción, ingresar en “negocios fáciles”, cuando la economía del hogar se ve seriamente dañada y pensamos que si no entramos en este camino, no podremos sacar adelante a la familia.
En medio de las dificultades que se nos presentan, sea en el fuero interno o donde nos desenvolvemos cada día, la palabras que Isaías dirige a Ajaz y en él a toda Jerusalén: “Conserva la calma, no temas y que tu corazón no desfallezca…” Esas mismas palabras las pronuncia Jesús en el marco de la última Cena, cuando está a las puertas de su Pasión: “No se turbe vuestro corazón.” Esta tranquilidad interior procede de la confianza depositada en él. Eso mismo se nos dice a cada uno y cada día.
El tema que está en el fondo de la cuestión no es otro que el de la fe. No una fe teórica, sino vivida y expresada en todos los ámbitos de la vida del Pueblo de Dios. No se trata solo de un asentimiento intelectual a una verdad, ni siquiera a la Voluntad de Dios. No se trata de tenerlo en los labios, porque no basta decir Señor, Señor, para ser tenido como creyente, ni como discípulo. La subsistencia de la que trata Isaías se fundamenta en una realidad creyente..
Así también lo reflexionamos con el texto del evangelio. Jesús reclama la respuesta al anuncio del Reino mediante la adhesión por la fe. Los signos realizados por él, manifiestan la presencia del Reino. A Corozaín, Betsaida y Cafarnaún, se les echa en cara la indiferencia ante los signos que en medio de ellas se han realizado. No hay disposición para dejarse cuestionar por ellos; están cómodamente instaladas y no van a cuestionar dicha posición. El mensaje, ni el mensajero son acogidos. Y esa es la denuncia. Se declaran hijos de Abraham, pero se distancian de su actitud y de la respuesta dada por él. Si fueran hijos de Abraham, harían lo que Abraham.
Nos dice el Papa Francisco: …”Jesús parece enfadado… Es, un fuerte reproche de Jesús a estas ciudades, a estos pueblos que, teniéndolo allí, viendo sus maravillas, están siempre en la lógica del “sí, sí, pero, nunca se sabe”, y no dan el paso para reconocerlo como el Mesías.
Detrás de este reproche hay un llanto, porque Jesús lamenta ser rechazado, no ser recibido. El Señor ama a esta gente, pero se siente triste. Así que el llanto de Jesús está detrás del reproche, tal como cuando desde la montaña vio a Jerusalén muy lejos y lloró. En efecto, Jesús quería llegar a todos los corazones, con un mensaje que no era un mensaje dictatorial, sino que era un mensaje de amor. Y Jesús lloró, porque estas personas no habían sido capaces de amar.“
Pero qué hace que el corazón se nos endurezca de esta manera, nel padre Yepes en el audio, nos da tres razones básicas:
- Todo sufrimiento que no es asumido desde Dios, nos amarga el corazón.
- La fascinación por los placeres del mundo nos vuelve egoístas y narcisistas, con un corazón incapaz de amar y servir a los demás.
- El pecado cuñado cohabita con nosotros día con día, endurece el corazón.
Concluye el Papa, …”abramos el corazón y pidamos al Espíritu Santo que abra las puertas del corazón, para que Jesús pueda entrar, para que no solo escuchemos a Jesús, sino que escuchemos y recibamos su mensaje de salvación y demos gracias por tantas cosas buenas que ha hecho por cada uno de nosotros.”
Palabra de Vida Mes de julio
«Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt12, 50
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.