?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Col 3, 12-17
- Sal 150
- Lc 6, 27-38
Hoy La liturgia, nos da una serie de recomendaciones con el fin de que nuestro cristianismo sea verdaderamente una vida de amor, no solo con Dios sino con cada uno de los hermanos
San Pablo, un hombre enraizado profundamente en el Espíritu, es un gran conocedor de la naturaleza humana y sabe que nuestro carácter, nuestros gustos pueden no solo ser diferentes a los de los demás hermanos, sino incluso contrarios. Nos damos cuenta que en nuestras comunidades, sea en la escuela, en el trabajo o en nuestros propios barrios, nos relacionamos con personas las cuales, por su manera de ser o de pensar, a pesar de ser buenos cristianos, nos es difícil el convivir con ellos.
Por ello, san Pablo invita a la comunidad a saber “soportarlos” o tolerarlos, sabiendo que en esto se desarrolla el verdadero amor de Dios, que nos ama a todos como somos. No es una virtud fácil de adquirir, sin embargo, nuestro esfuerzo cotidiano y la gracia de Dios siempre rinden frutos. Hagamos de nuestras comunidades verdaderas extensiones del Reino de Dios poniendo nuestro granito de arena.
Cuatro afirmaciones, nos dice el padre Yepes en el audio, debemos tomar del evangelio de hoy: amen a sus enemigos; traten a los demás como quieren ser tratados ustedes, si haces el bien solo a quien te lo hace, que mérito tienes y, sean compasivos como Dios es compasivo con ustedes.
Nos dice el Papa Francisco: “…Si en nuestro corazón no hay misericordia, la alegría del perdón, no estamos en comunión con Dios, incluso si observamos todos los preceptos, porque es el amor el que salva, no la sola práctica de los preceptos.
Es el amor por Dios y por el prójimo lo que da cumplimiento a todos los mandamientos…”
Pidamos cada día como San Ignacio de Loyola, la gracia para que todas mis intenciones acciones y operaciones sean ordenadas puramente para el servicio de su divina majestad. (Ejercicio 46)
Mes de septiembre
Confesarse
/Confiésate y empieza de Nuevo. La confesión es un Sacramento de sanación ¿Por qué no lo aprovechas para un nuevo comienzo, dejando atrás los rencores y dolores del pasado?. La confesión de ta el impulso a una nueva vida, el Señor te lo ha regalado para que te acerques a Él limpio y renovado.p>
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.