https://youtu.be/FQRaLXEA7Fs?si=5BFu6vZxbx4rZunV
- Is 7, 10-16; cfr. 8, 10
- Sal 66
- Lc 1, 39-48
Hoy celebramos la Fiesta de Nuestra Señor de Guadalupe, sin duda alguna, ella es el camino más inmediato para llegar al Señor y la liturgia nos insta a configurar nuestra vida al estilo de nuestra Madre María, tanto en su fidelidad a Dios, como en el servicio al prójimo;
En la primera lectura, Dios le recuerda a su pueblo que su único salvador es él y que, como prueba de su presencia y su poder, les dará una señal para que ya no duden y confíen plenamente en él: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz u hijo y le podrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con nosotros.” Esta señal vendrá a convertirse precisamente en la llegada del Mesías, que es Dios-con-nosotros.
Cabe aclarar el nombre que se anuncia en Isaías (Emmanuel) es el nombre profético de Cristo, y el nombre de Jesús es su nombre propio y personal.
Emmanuel: expresa la naturaleza, la personalidad del Hijo de María. El nombre se contiene en la profecía que Isaías proclama ante el desconfiado Acaz, cinco siglos antes del advenimiento del anunciado en ella. El nombre profético sólo indica lo que significará para los hombres, en aquel momento, el nacimiento de este niño. Será ‘Dios con nosotros’ de un modo particular.
Jesús: Le pondrás por nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt 1,21). Tales las palabras del ángel a José. Este nombre expresa la misión del Hijo de Dios al encarnarse.
Revela el motivo de la encarnación. Jesús en lengua hebrea se dice Yehoshuah y quiere decir Yahvéh salva, Dios salva; quiere decir, pues, Salud-dador. El que viene a dar la salud al alma, que es donde mora la enfermedad del pecado.
Es importante resaltar que el pueblo quizás no imaginó la profundidad de estas palabras, las cuales quedaron aún lejos de iluminar la realidad que Dios tenía pensada para la salvación del pueblo, pues si bien la Encarnación del Verbo realizó el cumplimiento de la profecía, el envío del Espíritu Santo, producto de este proyecto salvífico, hizo que Dios sea ahora Dios-en-nosotros.
El texto del Evangelio, nos muestra como poco después de que María dijo: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra”, ella salió “de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea” a visitar a su prima Isabel, que estaba esperando a Juan el Bautista. Este encuentro sencillo de amistad, marcado por la acción de Dios en ambas mujeres, refleja la confianza de la Virgen María en la promesa que había recibido de parte de Dios. Ella creyó en la promesa que se le hizo de que sería la Madre del Salvador.
Una promesa como esta no es fácil de creer. Por eso, su prima Isabel le dijo: “–¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!”.
Pidamos para que, en este tiempo de Adviento, crezca en nosotros esa esperanza en que las promesas del Señor se cumplirán. Que el Señor no permita que nos contagiemos de la desconfianza que pulula hoy por todas partes. Las promesas que hemos escuchado en este tiempo son incontables. La pregunta es si las hemos escuchado como promesas electoreras que no entusiasman, o como promesas del Señor que siempre cumple su palabra.
La Virgen María en sus diferentes advocaciones es nuestra madre que intercede ante Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, pidamos a nuestro Dios por ella también por qué también es el símbolo de obediencia, sacrificio y amor, sigamos su ejemplo
En la advocación de Nuestra Señor de Guadalupe nos insiste, “Acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre. Es una maravilla poder contemplar hoy cómo María se ha convertido para todos nosotros en la hacedora de una nueva humanidad. Ella es la «nueva Eva» -como decían los Padres de la Iglesia- la madre de todos los nacidos a la fe en Cristo, madre de un pueblo nuevo de personas libres, de una iglesia de hombres y mujeres unidos por un amor santo. Ella es la madre de todos los que han dicho «sí» a vivir la Palabra de Dios como el mayor bien de sus vidas. Porque si Jesús es la Palabra de Dios hecha carne, María es la Palabra vivida.
Terminamos con el Salmista: “Que te alaben, Señor, todos los pueblos,…Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora… Las naciones con júbilo te canten… Que nos bendiga Dios y que le rinda honor al mundo entero”
Hoy nos podríamos atrever a pedirle a nuestra Madre, vivir desde hoy más libres de apegos y de las ataduras de nuestros pecados, y con El Papa Francisco orarle: “En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: ‘¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?’. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://jesuitas.lat/noticias/15-nivel-2/4266-dichosa-tu-por-haber-creido-lucas-1-39-45
- https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2022-12/celebracion-fiesta-virgen-guadalupe-reflexion-sacerdote-mexico.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/12/12/santa-maria-inmaculada-y-virgen-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=12-12-2023
- https://www.cristonautas.com/evangelio-del-dia-lectio-divina-lucas-1-39-48/
- https://www.aciprensa.com/noticias/67984/jesus-y-emmanuel-significan-lo-mismo-un-experto-teologo-responde
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2023
““Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús” (Primera Carta a los Tesalonicenses, 5, 16-18) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.