?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Jer 20, 10-13
- Sal 17
- Jn 10,31-42
Liturgia La primera lectura nos muestra a Jeremías agotado, dispuesto a renunciar al anuncio de la Palabra. Pero la confianza en el Señor puede sobre esa desolación del profeta. “A Ti he encomendado yo mi causa”, dice el profeta, y retoma los cantos y alabanzas a Dios, porque Yahvé no abandona el alma del pobre. Es así como el Salmo nos muestra esa actitud que debe nacer, también de nosotros, cuando sentimos que nuestras fuerzas flaquean y que estamos a punto de renunciar, repitamos con el Salmista: ” En el peligro invoqué al Señor en mi angustia le grité a mi Dios, desde su templo, El escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos”
Ser testigos del mensaje divino no es fácil. Cuando todo en nuestra vida es cómodo y facilón, debemos revisar nuestro nivel de compromiso y nuestra implicación con la Palabra de Dios. Siempre surgen situaciones que nos exigirán ser valientes y tendremos que afrontarlas como testigos decididos de la voluntad del Padre, como en el ejemplo de Jesús que se nos narra en el evangelio de hoy. Somos enviados a anunciar la Buena nueva de Dios en este mundo.Construir un mundo más humano en sintonía con Dios es nuestra vocación cristiana. Una vocación manifiesta, abierta, clara, valiente que afronte las dificultades y contrariedades que la vida nos pueda plantear. Una vocación que cuenta con la energía y el acompañamiento de Dios y su gracia.
El Papa Francisco nos enseña: “…la fe, que es como una semilla en lo profundo del corazón, florece cuando nos dejamos “atraer” por el Padre hacia Jesús, y “vamos a Él” con ánimo abierto, con corazón abierto, sin prejuicios; entonces reconocemos en su rostro el rostro de Dios y en sus palabras la palabra de Dios, porque el Espíritu Santo nos ha hecho entrar en la relación de amor y de vida que hay entre Jesús y Dios Padre. Y ahí nosotros recibimos el don, el regalo de la fe.”
Mes de abril
Evangeliza en todo el mundo
Planta algunas semillas de fe especialmente entre tus amigos y familiares. Con tu testimonio de conversión podrás sembrar esperanza y amor en el prójimo, no te olvides que debes ser reflejo del amor, perdón y compasión del Señor.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.