- Gal 3, 7-14
- Sal 110
- Lc 11, 15-26
La fe es la capacidad de aceptar en nuestra vida el misterio de Dios que se revela en Cristo y de vivir con coherencia. La fe renovada en cada Eucaristía, que acepta que unas palabras misteriosas traigan sobre el altar el Cuerpo roto de Cristo muerto y resucitado y su Sangre derramada, que gotea sobre toda la tierra para salvarla. La fe renovada y actuada en el sacramento de la reconciliación que, otras palabras pronunciadas por un hombre consagrado por la Iglesia perdone los pecados y cambie al hombre que venía vestido de harapos, con vestidos más blancos que la nieve. La fe viva, como un grano de mostaza, criatura viva, es más poderosa que todas las realidades físicas: el árbol, la montaña. La fe llega hasta el fondo de Dios y de los hombres. Es una obra de Dios en nosotros, que va creciendo y desarrollándose.
La manera en que Pablo abordará este tema, hoy en la primera lectura, será fundamental para abrir los horizontes de la Iglesia a una vivencia más fiel a la centralidad del mensaje cristiano: es la fe en Cristo la que salva y no la ley.
Si los judíos defienden la necesidad de ser hijos de Abrahán, para poder salvarse, Pablo nos muestra a Abrahán como el testigo de la fe, que ha recibido la promesa de ser padre de todas las naciones y nos abre así así al universalismo de la fe que en Cristo Jesús, es ofrecida a todos, judíos y no judíos.
Es más, la salvación ha llegado a nosotros a través de Cristo. Es Él, a través de la entrega de su vida, por su muerte y Resurrección, quien nos ha abierto el camino de la Vida, de la Salvación. ¡Todo gratis!
Pero cuánto nos cuesta aceptar esta dinámica de la gratuidad y cuantas veces vivimos un seguimiento de Jesús y una espiritualidad que se desliza por la pendiente de los “merecimientos”, de intentar “dar la talla”, de “ganarnos” el Amor, cuando es precisamente todo lo contrario. ¡Por pura Gracia hemos sido salvados!
En el evangelio de hoy Jesús entabla un largo debate con aquellos que quieren acusarle, y que son incapaces de ver en su acción bondadosa y liberadora hacia las personas, la acción misma de Dios.
Pero si algo nos habla de presencia de Dios, afirma el Papa Francisco, es precisamente descubrir a nuestro alrededor y en nosotros mismos signos de transformación, de crecimiento que sólo son han podido ser posibles por la fuerza de su Presencia. Todo lo que es bueno en nuestra vida, siempre proviene de Él, es don suyo, es Gracia que nosotros acogemos.
Con el Salmista “Alabemos al Señor de todo corazón”. Sabemos que alabarte a ti, es nuestra función como pueblo tuyo y con toda el alma la cumplimos.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/40374/cat/876/el-justo-vive-de-acuerdo-con-la-fe.html#google_vignette
- https://parroquiadefatimamiraflores.blogspot.com/2018/10/poder-de-expulsar-demonios-lc-11-15-26.html
Palabra de Vida Mes Octubre “El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos” (Marcos 10, 43-44) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.