?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Sab 1, 1-7
- Sal 138
- Lc 17, 1-6
Este libro de la Sabiduría, no se refiere a la sabiduría humana, la cual está relacionada con la inteligencia, sino al conocimiento interior que es producto de la acción de Dios en el corazón.
Por ello el término Sabiduría”, desde la visión del Nuevo Testamento puede referirse a Jesús como la Palabra de Dios, o bien al Espíritu Santo que instruye nuestros corazones con amor.
En estos primeros versículos, aunque dirigidos a los que gobiernan, puede aplicarse a todos: “Busquen al Señor”, es decir busquen su Sabiduría.”El se deja hallar por los que no dudan de El y se manifiesta a los que en El confían”. Uno de los grandes problemas por los que pasa actualmente nuestro mundo, es que éste es dirigido no con la Sabiduría de Dios, sino con la torpe inteligencia humana que la mayoría de las veces busca sólo el egoísmo. Sin embargo, el autor nos dice que “la sabiduría no entra en un alma malvada, ni habita en un cuerpo sometido al pecado”.
Conduceme Señor por tus caminos, proclamamos en el Salmo. dónde iré yo esos de ti? Dónde escapare de tu mirada?. Desde lejos sabes mis pensamientos.
El evangelio, nos dice el padre Yepes en el audio, nos presente tres puntos de nuestra vida: escándalo, inducir a ora persona al mal, el Señor nos alerta, ay de ustedes!; perdón que debe estar presente siempre ante aquel que arrepentido lo solicita y fe como un grano de mostaza con la que haríamos los imposibles humanos siempre que confiemos en El.
“Los apóstoles, nos dice el Papa Francisco, le dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. Me parece que todos nosotros podemos hacer nuestra esta invocación.
También nosotros, como los Apóstoles, digamos al Señor Jesús: Auméntanos la fe. Sí, Señor, nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil, frágil pero te la ofrecemos así como es, para que Tú la hagas crecer…
Cada uno de nosotros, en la propia vida de cada día, puede dar testimonio de Cristo, con la fuerza de Dios, la fuerza de la fe. Con la pequeñísima fe que tenemos, pero que es fuerte. Con esta fuerza dar testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la vida, con nuestro testimonio.
¿Cómo conseguimos esta fuerza? La tomamos de Dios en la oración. La oración es el respiro de la fe: en una relación de confianza, en una relación de amor, no puede faltar el diálogo, y la oración es el diálogo del alma con
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Mes de noviembre
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Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.