?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Gen 3, 9-15.20
- Sal 86
- Jn 19,25-34
El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano el lunes después de Pentecostés y sea celebrada cada año”, dice el documento.
En el decreto, la misma Congregación señala que “esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”.
Bendigamos al Señor, con el Salmo, diciéndole,”tú eres,la fuente de nuestra salvación.
Vamos a meditar, en la primera lectura ,acerca de la pregunta que el Señor le hace al hombre ”¿Dónde estás?”, pues esta muestra dos cosas: Que el hombre está perdido por el pecado, y que Dios ha venido a buscarlo por Su inmensa gracia. El hombre pecador es el enemigo de la pureza de Dios, sin embargo, Él vino por Su gracia en su búsqueda, así que el hombre es valioso para Dios. Y aquí vemos a Dios buscando a Adán, y no el hombre buscando a Dios. A partir de este capítulo y por el resto de la Biblia, nuestro Señor inicia Su plan divino para salvarnos, Él es quien nos busca y llama a regresar con Él.
El Padre Yepes en el audio, nos resalta tres de las innumerables virtudes de María de la maternidad espiritual de nuestra Madre:
Ella siempre muestra el camino a sus hijos, nos sirve de guía y sostén.
Maria es la omnipotencia suplicante, por eso no dudemos en presentarle todas nuestras necesidades, ella siempre estará para acogerlas.
Ella con su presencia, cuida, fortalece y protege, como lo hizo con Jesus.
María es la Madre biológica de Jesús de Nazaret. Pero el Señor, clavado en la cruz y a punto de morir, ensancha la maternidad de María más allá de la mera concepción biológica y le añade una extensión universal, o mejor dicho, sobrenatural: convierte a su madre en madre de una multitud de hijos, representados al pie de la cruz por el discípulo amado: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Esa maternidad universal sólo es posible por la acción del Espíritu divino.
María, en el momento más dramático y doloroso de su existencia, descubre otro paso más en su vocación, en el misterio de su vida. Como fiel creyente, busca cumplir la voluntad de Dios, que se le revela en los momentos oportunos. En toda su vida, el Señor ha ido manifestándole su designio en momentos especiales. Otra vez, ahí al pie de,la cruz, la Providencia divina ha ido más allá, ha manifestado realidades que antes no se veían, sentidos nuevos, designios nuevos: sólo a través de la Cruz del Hijo, María ha podido encontrar su nueva vocación como Madre de la Iglesia.
Y nosotros nos consideramos afortunados de participar es este maravilloso designio divino: Jesucristo nos ha encomendado que cuidemos a su madre, y que la convirtamos también en madre nuestra. Sigue diciéndonos a cada uno: «Ahí tienes a tu madre». Nuestra relación con María hunde su raíz en la misma acción del Espíritu Santo, que nos ha unido a Cristo, Cabeza de la Iglesia, y hace que lo propio suyo sea también muy nuestro: “Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio”.
Mes de junio
Sirve a los demás como a ti mismo
Conviértete en un mayordomo de tu propia vida. Trátate con cariño, eres un hijo de Dios. Alimenta tu alma y espíritu con cosas sanas y sírvete del mejor plato: el Amor de Dios.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.